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Una nueva variante del coronavirus, conocida como XFG o Stratus y apodada popularmente "Frankenstein", ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias a nivel global, incluyendo Argentina. Esta cepa es un flamante linaje de Ómicron, surgido de la recombinación de dos linajes previos del SARS-CoV-2, identificados como LF.7 y LP.8.1.2. El peculiar apodo "Frankenstein" hace alusión a esta "unión de dos partes" virales distintas, y no a ningún síntoma inusual que pueda provocar en los pacientes.

Avance Global y síntomas particulares
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que el crecimiento de esta nueva cepa es sostenido a nivel mundial. Para fines de mayo de 2025, representaba cerca del 22,7% de los contagios, con una marcada prevalencia en Europa, América y la región de Asia-Pacífico.

Aunque "Frankenstein" se propaga rápidamente, la buena noticia es que su tasa de hospitalización es menor que la de variantes anteriores. Sin embargo, presenta una sintomatología ligeramente diferente. El síntoma más distintivo es la afectación de las cuerdas vocales, manifestándose como ronquera o afonía completa durante el transcurso de la enfermedad. Esta característica podría ser una señal crucial para una detección temprana, ya que no era tan frecuente en variantes previas.

De todos modos, esta variante también comparte síntomas comunes con cepas anteriores, como fiebre, dolor de garganta y tos seca. Es importante señalar que, hasta el momento, no hay indicios de que Stratus sea más letal, aunque su rápida expansión subraya la capacidad del virus para seguir mutando, sorteando en parte la inmunidad natural o la generada por las vacunas.

Vigilancia en Argentina

Si bien "Frankenstein" circula principalmente en Europa, ya se han detectado casos en el sur de Brasil. Ante esta proximidad, las carteras de salud en Argentina han emitido una alerta, instando a reforzar la vigilancia epidemiológica y los estudios genómicos para una detección temprana de posibles brotes. Además, se enfatiza la importancia de continuar con la vacunación para personas mayores o con defensas comprometidas.

Los países de la Unión Europea ya están alertando a sus sistemas sanitarios, mientras que en Argentina se mantiene la atención sobre su posible detección y propagación.