Se trata de un Challenger 300, perteneciente a la familia de Jorge Brito, dueño del Banco Macro y presidente de River, que regresaba de un viaje a Punta del Este. Las dos víctimas fatales eran las únicas personas a bordo.
Un avión privado se despistó cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de San Fernando y se prendió fuego luego de impactar en una zona de viviendas. Como consecuencia del accidente murieron el piloto y el copiloto, los únicos tripulantes.
Según informaron fuentes oficiales, las víctimas fatales son Martin Fernández Loza, de 44 años y Agustín Orforte, de 35. Además hubo personas heridas, aunque ninguna de gravedad.
El avión cayó en la intersección de José Terry y Charlín, una calle lindera al aeropuerto de San Fernando, en un sitio que está poblado de casas bajas.
Oroforte, de 35 años, también era empleado de Banco Macro y se presentaba en su perfil de Linkedin como piloto privado de avión de la Fuerza Aérea Argentina, de vuelos comerciales y con habilitación tipo Challenger 300, como en el que viajaba cuando falleció.
Trabajaba en el Banco Macro desde enero de este año, luego de haber sido empleado de varias empresas vinculadas al rubro aeronáutico y estaba en pareja. Su domicilio registrado estaba en la ciudad de Posadas, Misiones, pero era de la zona Oeste del Conurbano; y en su perfil de Youtube colgaba videos de vuelos, mezclados con algunos de amigos y su perra Nikita.
Fernández Loza, de 44 años y con domicilio registrado en la localidad bonaerense de Munro, aparece en los registros como empleado de Aerolíneas Argentinas; y antes volaba para lo que era Austral Líneas Aéreas.
El avión cayó en la intersección de José Terry y Charlín, una calle lindera al aeropuerto de San Fernando, en un sitio que está poblado de casas bajas.
La aeronave involucrada es un Challenger 300, matrícula LV-GOK, perteneciente a la familia de Jorge Brito, dueño del Banco Macro y presidente de River. Había realizado un viaje a Punta del Este y regresaba a Buenos Aires.
El Challenger 300 es un jet privado de tamaño mediano fabricado por Bombardier Aerospace. Su autonomía alcanza hasta 5.700 kilómetros, permitiendo vuelos intercontinentales sin escalas. Está equipado con motores gemelos Honeywell Engines HTF 7000, que le otorgan una velocidad de crucero de 870 kilómetros por hora y capacidad para realizar trayectos de largo alcance.
El avión ofrece una cabina amplia y cómoda con dimensiones de 1,85 metros de alto por 2,18 metros de ancho. Su capacidad máxima es de nueve pasajeros y cuenta con asientos ajustables, mesas plegables y compartimientos para equipaje, con espacio para ocho valijas y seis equipajes de mano.