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Muy temprano comenzamos nuestra celebración para recibir el Invierno. Renovamos nuestra fuerza como che - personas, junto a las de la naturaleza. Compartimos Gvban - consejos, iyagel ,_comida típica y nuestro muday, la bebida sagrada, informó Relmú Ñanku.

La ceremonia se llevó a cabo en Monte Hermoso. El 21 de junio es el solsticio de invierno, el día en que el sol está mas lejos de la tierra, donde el día es más corto y la noche más larga. Las comunidades mapuches se reúnen desde la puesta del sol hasta después del amanecer a celebrar, reflexionar, compartir las charlas, los alimentos y renovar el compromiso con su historia y con su territorio.

La ceremonia paso a paso

Hace unos años, Walter David Cañumil Sayuheque, Lonko, líder político, de la comunidad Kona Niyeu, de Río Negro contó los detalles de la ceremonia, donde los días empiezan a tener otros procesos, se inicia el tiempo de siembra y finaliza el tiempo de cosecha.

“Nosotros lo llamamos Wiñoy Tripantu, We Tripantu o Wiñol Tripantu, y tiene que ver con renovación de un nuevo ciclo, no el impuesto en el calendario gregoriano, tan diferente a lo natural. Las comunidades son autónomas y cada una tiene su celebración especial propia de su región: la de la zona andina, zona de valles, de mesetas, zona cercana al mar, a los ríos, y las ceremonias se realizan entre el 21y el 24, según cada comunidad”, narró.

De la ceremonia participan desde los bebés recién nacidos hasta los ancianos. Las familias se reúnen en un lugar sagrado que designa la comunidad anfitriona. La reunión es para celebrar la amistad entre las familias, para hacer ofrendas a la tierra, cantar, escuchar historias y compartir el alimento.

“La ceremonia comienza con la ‘planta de banderas’ donde se dan a conocer y se presentan todos los invitados a la ceremonia. Se comparte una merienda y se prepara todo para la cena comunitaria, bebidas y comidas calientes típicas de la zona. Cuando oscurece se enciende una fogata que permanecerá encendida hasta el mediodía del día siguiente”, explicó.

“Después de la cena comienza la observación cósmica, que es cuando, una constelación que nosotros llamamos el Prapagnaw, se ubica en un punto central justo arriba nuestro. Luego de la observación, se realizan cantos colectivos y comienzan las narraciones donde los mayores cuentan historias que remiten a cuestiones filosóficas, culturales y políticas del pueblo mapuche", detalló.

Son los Kimche, los líderes espirituales quienes coordinan la ceremonia, que se planifica con varias semanas de anterioridad, donde los Lonkos de cada comunidad, se reúnen y acuerdan los temas espirituales y de actualidad que se van a conversar alrededor del fuego sagrado.

“Cada lonko lleva las inquietudes de su comunidad, hacemos una junta previa, tocamos nuestros 'temas de agenda' como hacen los presidentes. Luego, ya en la ceremonia, hay un momento en que se hace una puesta en común sobre la situación de cada comunidad”, relató Walter.

Sale el sol

“Antes de que el sol salga y hasta que amanece, se realiza ruego colectivo donde se pide y se agradece, es el punto máximo de la celebración, porque es donde hablamos con las fuerzas espirituales de los antepasados y nos proyectamos hacia adelante. Es un momento donde se mueven las energías de nuestros antepasados, es un momento muy íntimo, muy familiar, muy nuestro”, describió.

Luego de la salida del sol, se comparte un desayuno comunitario, se realiza el Katan Kawin y abrazados en un gran despedida, cada comunidad regresa a su territorio, fortalecidos gracias a la ceremonia ancestral, en su lucha históricas por el territorio y la libre determinación como pueblo con identidad e historia propia.

“Lo que no debemos olvidar es que, no es como dicen los libros de historia, que el pueblo mapuche vivía acá. Sino que vive acá históricamente y acá nos proyectamos por mucho tiempo más vivir así”, destacó.