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A través del Decreto 892, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo nacional dispuso una profunda simplificación en los trámites de importación. La medida establece que el Estado argentino dejará de exigir certificaciones técnicas propias para aquellos productos que ya cuenten con el visto bueno de agencias de seguridad de potencias globales, evitando así lo que el Ministerio de Desregulación califica como una "duplicación innecesaria de controles".


El fin de la "doble certificación"


La nueva normativa reconoce automáticamente las autorizaciones emitidas por organismos de Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Israel, Australia y los países de la EFTA. Según el ministro Federico Sturzenegger, si un artículo ya superó las pruebas de seguridad en naciones con estándares sanitarios de élite, someterlo a nuevos ensayos en la Anmat o el Senasa solo funciona como una barrera burocrática que encarece los precios.

Rubros alcanzados por la flexibilización

La medida abarca una amplia gama de artículos de consumo masivo y uso profesional, agrupados bajo dos órbitas principales:

1. Bajo la supervisión de Anmat:

·Insumos médicos de bajo riesgo: Equipamiento de clases I y II (como sillas de ruedas).

·Higiene y estética: Cosméticos, perfumes, productos de cuidado personal y dental.

·Limpieza (Domisanitarios): Detergentes, desinfectantes y plaguicidas de uso hogareño.

·Diagnóstico: Dispositivos in vitro que no dependan de una cadena de frío constante.

2. Bajo la supervisión de Senasa:

·Agro y veterinaria: Fitosanitarios y medicamentos para animales. En estos casos, bastará con una declaración jurada del importador que garantice la inocuidad para la salud pública y animal.

Excepciones: ¿Qué productos mantienen el control estricto?

Pese a la apertura, el Decreto 892 mantiene un marco de vigilancia rígido sobre sectores estratégicos o sensibles. No se verán beneficiados por esta simplificación:

·Salud y alimentación: Medicamentos, fertilizantes y alimentos regulados por el Código Alimentario Argentino.

·Seguridad y defensa: Armas, explosivos y precursores químicos.

·Bienes usados: Mercaderías reacondicionadas o de segunda mano.

·Sector primario: Semillas, ganado, carnes y frutas frescas sin procesamiento industrial.

El objetivo económico: Competencia y desburocratización

Desde el Ejecutivo sostienen que la eliminación de estas "trabas estatales" generará una mayor fluidez en la actividad comercial. El argumento oficial es que, al reducir los costos y los tiempos de aprobación técnica, se fomentará el ingreso de nuevos competidores al mercado interno, lo que eventualmente debería traducirse en mejores precios para los consumidores.