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El secretario general del Sindicato del Seguro y flamante cotitular de la CGT, Jorge Sola, realizó un análisis exhaustivo del proyecto de reforma laboral del Gobierno, alertando que las modificaciones propuestas “atacan principios básicos de protección” del empleo y dejan al trabajador en una situación de “mayor indefensión” ante la patronal.


El dirigente sindical sostuvo que el alcance del proyecto no solo afecta los derechos individuales, sino que también impacta directamente sobre las instituciones gremiales que garantizan la representación colectiva.

La advertencia sobre la cuota sindical

Sola se enfocó en explicar el mecanismo de la cuota sindical, cuya regulación, según él, está en riesgo. Aclaró que la afiliación es un derecho constitucional del trabajador y que la cuota gremial solo se descuenta del salario cuando el empleado ha firmado su ficha de adhesión: “Si no está afiliado, no se cobra. No es un descuento generalizado”.

Actualmente, las empresas fungen como agentes de retención de esta cuota (que varía entre el 1% y 2% del salario, según el gremio) y que es vital para sostener:

·La representación en las paritarias.

·Servicios gremiales como turismo, salud y subsidios.

·Prestaciones de las que a menudo se benefician también los trabajadores no afiliados.

El cotitular de la CGT diferenció este aporte de las contribuciones solidarias que algunos gremios pactan en convenios colectivos, refiriéndose a la "teoría del free rider" que utiliza el Gobierno para criticarlas (la idea de que algunos reciben beneficios sin aportar).

Desregulación y desfinanciamiento

El punto de fricción reside en la intención de la reforma de establecer que las empresas “podrán” retener la cuota sindical. Según Sola, este lenguaje desregula un mecanismo que actualmente otorga seguridad y previsibilidad a la financiación gremial.

“La empresa queda liberada a decidir si retiene o no, siempre con aval del trabajador. Es un cambio que dinamita el sistema solidario y la estructura de financiamiento sindical”, advirtió.

Sola insistió en que la filosofía del proyecto oficial atenta contra el “principio protector y la progresividad” del derecho laboral. Afirmó que los cambios buscan promover las relaciones individuales en detrimento de la negociación colectiva.

"Se fomenta la relación mano a mano entre trabajador y empleador, lo que genera mayor indefensión", puntualizó el dirigente, al tiempo que criticó los intentos de fortalecer sindicatos por empresa en detrimento de los sindicatos por actividad, lo que “debilita el reconocimiento de la labor de cada laburante”.