Una nueva resolución de la Administración de Parques Nacionales (APN), la N.º 300/2025, ha desatado una ola de críticas y preocupación entre ambientalistas y especialistas. Publicada el 1° de octubre, la normativa modifica sustancialmente los límites de construcción en las Reservas Nacionales de la Patagonia, permitiendo un incremento significativo en la superficie y densidad de edificación dentro de estas áreas protegidas.
Duplicación de superficies construibles
La flexibilización más notable se da en el área edificable. Bajo la nueva reglamentación, el máximo permitido para construcciones en un lote de 100 hectáreas pasa de 2.400 a 5.500 metros cuadrados. La superficie total construible se duplica, escalando de 3.900 a 8.900 metros cuadrados.
Esta medida tiene un impacto directo en el potencial de viviendas dentro de los parques más emblemáticos. Por ejemplo, en el Parque Nacional Lanín las unidades posibles aumentan de 964 a 1.737, y en el Nahuel Huapi, de 1.658 a 2.944.
Organizaciones advierten impacto irreversible
Organizaciones como la Sociedad Naturalista Andino Patagónica, Fundación Patagonia Natural y Fundación Azara han encendido las alertas, afirmando que la resolución “habilita y promueve la densificación de las construcciones y la ocupación humana” con impactos que podrían ser irreversibles en ecosistemas sensibles.
Los grupos conservacionistas señalaron que un aumento en las edificaciones desencadenará:
·Mayor fragmentación de ecosistemas por caminos y accesos.
·Mayor demanda de servicios y generación de efluentes.
·Incremento en el movimiento de personas, vehículos y mascotas.
·Riesgos más altos de incendio y desmonte.
Críticas por falta de estudios ambientales
Una de las principales críticas es que la Resolución 300/2025 fue aprobada sin una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Los especialistas remarcaron que, sin esta herramienta, no se puede analizar el impacto ambiental acumulativo de esta masiva modificación.
“Las evaluaciones de impacto individuales no podrán dar cuenta del impacto agregado. Nada de eso se hizo,” sostuvieron los especialistas, señalando un claro desconocimiento de los objetivos prioritarios de conservación que rigen las áreas protegidas.
Riesgo de pérdida del patrimonio de la humanidad
Otra preocupación radica en la falta de notificación a la UNESCO. Dado que los parques nacionales Los Glaciares y Los Alerces son Patrimonio Natural de la Humanidad, la falta de comunicación oficial sobre cambios tan significativos en la gestión podría poner en riesgo esta categoría, que exige estrictos criterios de conservación.
Las entidades solicitan la nulidad de la resolución, argumentando que choca con la Ley de Parques Nacionales (N.º 22.351), la cual establece que el desarrollo de asentamientos solo es compatible si está alineado con la conservación. El pedido busca restablecer un enfoque precautorio que priorice la preservación de los ecosistemas patagónicos.
