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La metodología que utiliza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para determinar los niveles de pobreza en Argentina está bajo severo cuestionamiento. Martín Maldonado, investigador del CONICET especializado en pobreza y políticas sociales, advirtió que el sistema oficial es "superlimitado" y "obsoleto" al haber sido concebido en 1985 y centrarse exclusivamente en la variación de ingresos monetarios.


Maldonado enfatizó que la medición actual es "muy limitada porque mide solamente pobreza monetaria" y "solo computa precios de 52 alimentos". Desde su diseño, la metodología central solo ha recibido "ajustes menores". Los gastos esenciales excluidos

En diálogo con radio Continental Córdoba, el investigador explicó que el método vigente compara el ingreso de aproximadamente 40.000 hogares urbanos con el costo de la canasta básica de alimentos. Sin embargo, deja fuera de la ecuación costos fundamentales que impactan directamente en el presupuesto familiar:

·No mide el precio de los servicios públicos.

·No contempla los costos de la salud y la educación.

·Omite los gastos de esparcimiento, transporte y combustible.

Disparidad de cifras: una pobreza estructural y compleja

El especialista destacó que en Argentina coexisten cuatro mediciones distintas de la pobreza (dos oficiales y dos no oficiales), las cuales arrojan resultados drásticamente diferentes, lo que ilustra la insuficiencia del sistema actual.

Mientras que la medición por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) registró un 6,7% de población pobre en 2022, la Línea de Pobreza oficial del INDEC marcó un 31,6% en 2025. En contraste, las mediciones no oficiales arrojan cifras mucho más elevadas: el índice multidimensional de la Universidad Católica Argentina (UCA) alcanzó un 67,5% en 2024, y el índice de Nivel Socioeconómico registró un 51% en 2025.

Maldonado utilizó una metáfora médica para ilustrar esta disparidad: "Imaginemos que tenemos un paciente que tiene una enfermedad terminal, como un cáncer. [...] Llega a la terapia intensiva con su cáncer, con los huesos quebrados y en la terapia le miden la fiebre. Cuando entra tiene 40 de fiebre, al otro día tiene 38 de fiebre y los medios de comunicación cronican esa mañana: el paciente está mejorando".

El experto calificó como "irreal e irresponsable" la atribución periodística de grandes variaciones de pobreza a un gobierno en particular —como haber "producido 6.000.000 de pobres en 6 meses" o haber "sacado de la pobreza a 10.000.000 de argentinos en un año"—, ya que la "pobreza es una realidad estructural, compleja y multidimensional que no puede medirse solamente con la variación de precios de 52 alimentos".

El alto costo político de la actualización

Maldonado atribuyó la resistencia a cambiar la metodología a razones políticas y financieras. "Cambiar la metodología implicaría que el gobierno de turno se tiene que hacer cargo de 67% de pobreza, en vez del 30% de pobreza. Con lo cual es una pésima noticia política", afirmó.

El experto señaló que adoptar una medición multidimensional —que ya es oficial en países como México, Brasil y Chile— obligaría al Estado a "pagar el triple de asignaciones universales por hijo, el triple de transferencias, el triple de planes sociales", un compromiso que "ningún gobierno está dispuesto a hacer".