Karen Reichardt, flamante diputada electa por La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, generó controversia a pocos días de asumir su banca al admitir públicamente que aún no ha leído ni la Constitución Nacional ni el reglamento de la Cámara de Diputados. Ambos documentos fueron obsequiados a los legisladores electos por Karina Milei.
En diálogo con CNN Radio, la exactriz y conductora de televisión se excusó por la falta de lectura, apenas a unos días de su elección el 26 de octubre. "Pará, fue el martes. ¿Sabés lo que fue desde que dije que sí y firmé?", respondió Reichardt al ser consultada.
"Letra chiquita" y el rechazo a la lectura obligatoria
La legisladora se comprometió a abordar los textos legales "este fin de semana", pero se quejó abiertamente de su contenido y formato. Calificó el reglamento y la Constitución como un texto "largo y tedioso, con la letra chiquita".
"Todo lo feo para los que no somos grandes lectores. Tengo que leer mucho ahora", planteó la diputada libertaria, aunque calificó el obsequio de la hermana del presidente como "bueno" y "atinado".
El otro episodio controversial: "enfermedad mental"
Este episodio se suma a otra declaración polémica que Reichardt había realizado en la previa de las elecciones. En ese momento, la postulante había generado revuelo al sugerir que quienes no votaban por el partido de los Milei padecían una "enfermedad mental".
En una entrevista con Radio Rivadavia, la diputada sostuvo que el principal objetivo de LLA debía ser atraer al "electorado que no fue a votar" en las elecciones provinciales de septiembre. Respecto al electorado que sí votó a otras opciones, opinó que lo suyo "de verdad que es una enfermedad mental".
Reichardt intentó matizar su expresión al ser interpelada, explicando que no se refería a "enfermos mentales", sino a una "enfermedad mental" entendida como "un chip" o una manera de decir "cuando tenés una enfermedad en la cabeza, un chip que vos decís 'se me tara'". Argumentó que esta actitud no se debe a una diferencia de pensamiento, sino a un "tema cultural" que lleva a votar a las mismas personas a pesar de la falta de mejoras en la vida cotidiana.
