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La estrategia combina una política monetaria más flexible con un repunte del crédito en pesos, aunque el riesgo cambiario se mantiene como principal desafío.

Tras la victoria electoral, el equipo económico del Gobierno ha puesto en marcha una nueva etapa centrada en la reactivación económica mediante la reducción de costos financieros, la expansión del crédito y el incremento del acceso a financiamiento externo.

El eje central de esta estrategia es la reducción de las tasas de interés en pesos para estimular el consumo y la inversión. La primera señal se vio en la licitación de deuda de la última semana, donde la Secretaría de Finanzas renovó solo el 57% de los vencimientos, liberando unos $5 billones de pesos al mercado con la meta de estabilizar las tasas entre 30% y 40% TNA.

Mayor flexibilidad y financiamiento estabilizado

En paralelo, el Banco Central introdujo cambios en los encajes bancarios (que se computan mensualmente con un piso diario del 95%), una medida que otorga a los bancos mayor previsibilidad y flexibilidad para el manejo de sus reservas.

La estabilidad cambiaria ha sido fundamental para este movimiento. Según la consultora Romano Group, la cobertura cambiaria ofrecida por el Tesoro y el BCRA, junto con el Tesoro de EE. UU., alcanzó los USD 22.600 millones, lo que contribuyó a calmar el dólar después de las elecciones.

Esa estabilidad ya se traduce en una mejora del crédito:

·Repunte del crédito: En octubre, los préstamos en pesos crecieron un 1,3% real mensual, revirtiendo la contracción observada en septiembre.

·Líderes de crecimiento: El crédito con garantía real lideró el repunte con un aumento del 5% en términos reales.

A pesar de este crecimiento, el crédito total aún representa solo el 8,7% del PBI, lo que, según los analistas, deja un amplio margen para una recuperación sostenida si se mantiene la baja de la inflación y la estabilidad del tipo de cambio.

Optimismo internacional y riesgo latente

El contexto internacional también aporta optimismo. Morgan Stanley recomendó sobreponderar bancos argentinos anticipando una expansión del crédito, y el país ha comenzado a retornar a los mercados de deuda: YPF y Tecpetrol obtuvieron financiamiento externo por un total de casi USD 2.000 millones para proyectos energéticos.

Sin embargo, el economista Lorenzo Sigaut Gravina advierte que, si bien la política busca "ordenar la política monetaria", la recuperación sostenida requerirá medidas adicionales. El riesgo principal es que un nuevo episodio de inestabilidad cambiaria obligue a revertir la baja de tasas, frenando la incipiente reactivación.