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El mercado laboral argentino mostró en junio un freno en su dinámica: si bien el empleo registrado se mantuvo en torno a los 12,9 millones de trabajadores, los datos oficiales revelan una marcada pérdida en el sector privado, compensada parcialmente por el incremento en el empleo estatal y en el trabajo independiente.

Según el Ministerio de Capital Humano, con base en los registros del SIPA, se destruyeron cerca de 12.000 puestos asalariados privados, lo que significó una caída mensual del 0,2% y la peor variación desde el inicio de 2024. En contraste, el empleo público creció 0,2% (con unos 7.000 nuevos puestos), mientras que el trabajo en casas particulares avanzó 0,1%. El segmento independiente también sumó dinamismo, con un alza del 0,3%, explicado principalmente por 12.500 nuevos monotributistas.

El investigador Luis Campos (CTA-Autónoma) subrayó que “junio marcó la caída más pronunciada del empleo privado registrado desde el primer trimestre del año”, y recordó que desde noviembre de 2023 se acumula una pérdida de 189.609 asalariados formales, en paralelo a un crecimiento sostenido del monotributo.

Sectores y provincias más afectados

Las ramas más golpeadas en junio fueron pesca (-4,9%), minas y canteras (-1,1%), transporte y comunicaciones (-0,6%) y servicios comunitarios (-0,4%). En cambio, actividades como enseñanza y salud mostraron leves avances (+0,1%).

En el plano territorial, 18 provincias registraron retrocesos en el empleo privado. Los descensos más fuertes se observaron en Chubut (-3,5%), La Rioja (-1,8%) y Salta (-0,8%). Del otro lado, San Juan y Formosa lideraron las subas (+0,4% cada una), seguidas por Santa Fe, Catamarca, Río Negro y Buenos Aires (+0,1%).

Mejora en los salarios reales

A diferencia del empleo, los ingresos exhibieron una recuperación. La remuneración bruta promedio en el sector privado llegó a $2.380.439, con un incremento interanual del 46,2%, mientras que la mediana salarial se ubicó en $1.876.003, subiendo 49%. Ambas cifras superaron la inflación interanual del período (39,4%), lo que representó una mejora en el poder adquisitivo.