El escándalo por la muerte de 96 pacientes a causa de la aplicación de fentanilo contaminado no solo sacude al sector de la salud, sino que también desata una fuerte polémica política. La situación pone el foco en las políticas de desregulación del Gobierno de Javier Milei, luego de que se revelara que la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) había alertado sobre las graves deficiencias del laboratorio responsable mucho antes de la tragedia.
Según un informe periodístico de Camila Dolabjian en La Nación, la ANMAT había detectado fallas "críticas" en Laboratorios Ramallo S.A. en noviembre de 2024. Los inspectores del organismo documentaron irregularidades que comprometían "la calidad, seguridad y eficacia de los productos", incluyendo problemas en los procesos de fabricación, documentación y control de calidad.
A pesar de estas advertencias, la producción continuó. La inhibición del laboratorio se firmó recién el 10 de febrero de 2025, casi dos meses después de la inspección. Esta demora, según la nota, se atribuye a las desregulaciones promovidas por el ministro Federico Sturzenegger.
Una ventana de tiempo fatal
El informe detalla que los lotes de fentanilo que resultaron contaminados con bacterias, causando las muertes de los pacientes, fueron fabricados el 18 de diciembre de 2024. Es decir, que se produjeron y salieron a la venta después de que la ANMAT ya había detectado las fallas.
Si el organismo, que depende del Ministerio de Salud, hubiera ordenado el cese inmediato de la producción en noviembre, esos lotes fatales no habrían sido elaborados ni distribuidos. Sin embargo, la falta de una acción inmediata permitió que la actividad continuara, dejando una peligrosa ventana de tiempo.
El Gobierno, ante las críticas, intentó culpar a la gestión anterior, pero la producción y venta de los lotes ocurrieron ya bajo su mandato. La justicia sigue investigando las muertes, mientras la opinión pública se pregunta si la velocidad de las desregulaciones afectó la seguridad de los medicamentos, con consecuencias trágicas e irreversibles.