Desde su residencia en el barrio porteño de Constitución, donde cumple arresto domiciliario, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un mensaje grabado a los militantes de La Cámpora. La comunicación fue transmitida durante la inauguración de una nueva Unidad Básica en General Cerri, Bahía Blanca, bautizada con el nombre "Cristina Libre". Este saludo se produjo tras una conversación previa con la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.
En su intervención, la líder del Partido Justicialista expresó su gratitud a los compañeros que decidieron nombrar el espacio en su honor, destacando la importancia simbólica del gesto. "Me avisa Mayra que en esa localidad doblemente castigada por Milei, quien vetó la ayuda para Bahía Blanca, están inaugurando la Unidad Básica 'Cristina Libre'", manifestó Fernández de Kirchner, haciendo una crítica directa a las políticas del actual gobierno.
La exmandataria enfatizó que, más allá de la denominación, lo verdaderamente relevante es la apertura de un "local, un espacio concreto, un espacio físico" que sirva como punto de encuentro para vecinos y militantes. Subrayó la trascendencia de estos lugares para el debate, la expresión de descontento y la recuperación del diálogo, calificándolos como "lo maravilloso de la construcción política".
Reflexiones sobre la política y el legado peronista
En su discurso, Fernández de Kirchner conectó la iniciativa con su trayectoria y la de Néstor Kirchner, haciendo hincapié en la importancia del intercambio de ideas para la fortaleza del trabajo en equipo y la concreción de proyectos colectivos.
La expresidenta rememoró los inicios del mandato de su difunto esposo en 2003, un período marcado por una profunda crisis económica y social. Describió un país "endeudado, vaciado" y con una sociedad sumida en el "escepticismo y la desesperanza". Con nostalgia, afirmó que aquellos fueron "los años felices de los argentinos, por lo menos de las últimas décadas", aludiendo a la recuperación y las transformaciones ocurridas durante esa etapa.