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En un escenario lleno de contrastes, la comunidad científica argentina vive una semana de paradojas. Mientras miles de personas siguen con entusiasmo la exitosa expedición del CONICET en las profundidades del océano, los trabajadores del organismo iniciaron un paro con vigilia a nivel nacional. La medida de fuerza, impulsada por ATE, busca denunciar la grave situación salarial y el ajuste presupuestario que, según los manifestantes, ha impuesto el Gobierno de Javier Milei.

La protesta tiene como objetivo visibilizar las dificultades que enfrenta la investigación en el país. Los trabajadores demandan mejoras urgentes en sus sueldos, la reversión de los recortes financieros y la defensa de la ciencia pública. "Necesitamos salarios dignos y presupuesto para sostener la ciencia nacional. La investigación en Argentina está en una situación límite", afirmaron voceros de la Red Federal de Afectadxs, una de las organizaciones que se unieron a la manifestación.

Viralización y precariedad

El paro se produce en medio del gran éxito mediático de las transmisiones en vivo de la expedición submarina. Desde ATE, reconocieron que la atención generada por el streaming ha puesto en el centro de la escena al CONICET, pero insistieron en que la realidad del sector es "urgente y precaria". El recorte de fondos y la falta de apoyo financiero ponen en peligro la continuidad de proyectos estratégicos y la estabilidad de cientos de becarios.