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La Confederación General del Trabajo (CGT) ha confirmado su participación en la tradicional movilización del próximo jueves 7 de agosto, en conmemoración de San Cayetano. Bajo la consigna "Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo", la marcha de este año no solo tendrá un carácter devocional, sino que también expresará un fuerte rechazo a las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei. La columna principal partirá a las 13 horas desde Diagonal Sur y Perú, en la Ciudad de Buenos Aires, para converger en la emblemática Plaza de Mayo.

"No pedimos milagros, exigimos justicia social. Sin trabajo no hay futuro", señaló la CGT en sus redes sociales, haciendo un llamado a la unidad de los trabajadores. La central obrera enfatizó: "San Cayetano nos une, la necesidad nos moviliza y la dignidad nos sostiene".

La movilización comenzará más temprano, a las 8 de la mañana, desde el santuario de San Cayetano en el barrio porteño de Liniers. Contará con la adhesión de otras importantes centrales sindicales como la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, así como de los movimientos sociales aglutinados en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).

Considerada una de las manifestaciones más representativas del calendario social argentino, la marcha de San Cayetano de este año pondrá especial énfasis en la crisis alimentaria, el aumento del desempleo y la percibida falta de respuestas institucionales a las necesidades básicas de la población. Los organizadores dirigen sus críticas directamente a las medidas económicas del gobierno nacional, las cuales, según denuncian, han exacerbado la recesión y afectado severamente a los sectores comercial e industrial del país.

En este contexto de creciente preocupación, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, expresó la inquietud de la CGT por "el aumento del desempleo y una caída estrepitosa de distintos sectores de la actividad comercial e industrial, por la cuestión del modelo económico". Martínez destacó que la movilización del 7 de agosto se enfocará en la demanda de "desarrollo, producción, crecimiento y trabajo", al tiempo que insistió en la urgencia de profundizar el diálogo social. "Si el Gobierno tiene otra sintonía, no alcanza", afirmó el dirigente sindical.

Por primera vez, la marcha de San Cayetano se realizará sin la bendición presencial del Papa Francisco, quien falleció recientemente. Esta ausencia de la figura icónica añade un tono particular a la convocatoria, pero no ha mermado la adhesión a la protesta, que se perfila como una de las más concurridas de los últimos años.

La movilización de San Cayetano no solo será un espacio de reclamo, sino también un símbolo de unidad entre los diversos componentes del movimiento obrero y social argentino. En un clima de creciente malestar por la situación económica, la CGT y las organizaciones participantes buscan visibilizar la impostergable necesidad de políticas que aseguren trabajo digno y justicia social para todos los ciudadanos.