El twittero fue encontrado culpable y deberá instruirse sobre derechos fundamentales, además de adquirir conocimientos sobre violencia de género. El fallo fue celebrado por Amnistía Internacional y entidades periodísticas.

El "influencer" alias "Danann" se llama Manuel Jorge Gorostiaga: es habitual acosador de mujeres en las redes y promotor de la violencia en twitter. La justicia lo condenó. Foto: IG.
La Justicia porteña determinó que el influencer Dannan deberá realizar 40 horas de trabajo comunitario y capacitarse para evitar el juicio penal por hostigamiento sistemático en redes sociales por motivos de género contra la periodista Marina Abiuso, quien impulsó la denuncia movida por un “sentido colectivo”, para que no se pierdan “voces valiosas” acalladas por la violencia digital.

“Para mí siempre tuvo un sentido colectivo hacer esto. No me gustó sentir que ya no podía hacer mi trabajo y me parecía que era importante (denunciar) porque hay una idea de que los periodistas no nos tenemos que victimizar y de que hay que bancársela; y yo no me victimizo y me la banco, pero yo fui víctima y me parece que si solo van a quedar las voces de quienes se puedan sobreponer a la violencia, nos vamos a perder voces muy valiosas”, dijo la periodista en diálogo con Somos Télam.

El influencer y tuitero Gorostiaga se convirtió en uno de los principales autores de la campaña que tuvo por objeto desacreditar públicamente y silenciar a la periodista, por entonces editora de Género en un canal de noticias

La decisión fue dictada por el Juez de Primera Instancia en el fuero Penal Contravencional y de Faltas, a cargo del Juzgado Nº 10 a cargo del juez Pablo Casas quien también prohibió a Manuel Jorge Gorostiaga –también conocido como Dannan- volver a nombrar a la víctima por cualquier medio, lo que incluye redes sociales, teléfono, carta, pancarta o incluso a través de terceras personas, como así también el acercamiento o contacto.

El caso se había iniciado en junio de 2023 luego del asesinato del niño Lucio Dupuy, cuando el imputado comenzó a agredir verbalmente a Abiuso en redes sociales responsabilizándola falsamente de la invisibilización periodística de este infanticidio por el que fueron condenadas dos mujeres.

Yo no me victimizo y me la banco, pero fui víctima, y me parece que si solo van a quedar las voces de quienes se puedan sobreponer a la violencia, nos vamos a perder voces muy valiosas”

Marina Abiuso
Con el transcurso de los días, el influencer y tuitero Gorostiaga se convirtió en uno de los principales autores de la campaña que tuvo por objeto desacreditar públicamente y silenciar a la periodista, por entonces editora de Género en un canal de noticias. A partir de ello, Abiuso comenzó a recibir innumerables amenazas de violación y de muerte.

Finalmente, en una audiencia realizada el 11 de abril, el juez Casas entendió que los hechos se encuadraron en un contexto de violencia bajo la modalidad mediática y digital, en línea con lo sostenido por la fiscalía.


El propio youtuber fue quien solicitó la probation y se ofreció a cumplir con tareas comunitarias, además de realizar un taller sobre Género y Violencia Intrafamiliar del Programa de Educación en Derechos Humanos, para evitar la elevación a juicio de su causa luego de haber sido recientemente condenado por discriminación contra una persona trans.

“Yo creo que personas como Gorostiaga tienen una idea muy equivocada sobre lo que es la libertad de expresión y la convivencia democrática. Por eso, ver que existen limitaciones, y sobre todo, entender que los comunicadores somos responsables de aquello que decimos y que debemos informar con verdad, me parece que es un avance”, dijo.

“Esta persona, ya tiene una condena y una probation, o sea que se le están acabando las instancias de resolución de conflictos. Va a tener que empezar a reflexionar, cuánto quiere infringir la ley porque se le acaban las opciones”, agregó

Personas como Gorostiaga tienen una idea muy equivocada sobre lo que es la libertad de expresión y la convivencia democrática. Ver que existen limitaciones y entender que los comunicadores somos responsables de aquello que decimos, y que debemos informar con verdad, es un avance”

Marina Abiuso
El hostigamiento sistemático se llevó a cabo a través de redes sociales -fundamentalmente X o Twitter-, desde cuentas de “influencers” o cuentas anónimas con numerosos seguidores, cuya tarea fue replicar el contenido.

“Decidí denunciar todas las amenazas de violación de muerte y todo lo que llegara a mi teléfono particular, a mi mail o cualquier otra forma privada. Dannan no había hecho amenazas de violación y de muerte, pero sí había instigado permanentemente a otros, por lo pronto inventando que yo había defendido a las asesinas de un crimen atroz, algo absolutamente falso”, dijo Abiuso en relación al denominado “caso Lucio”.

A partir de los tuits de Dannan, la periodista recibió “oleadas de amenazas y de gente muy exaltada por las mentiras que decía esta persona”, tuiteros que “venían referenciando absolutamente por los vídeos de esta persona”.

Decidí denunciar todas las amenazas de violación de muerte y todo lo que llegara a mi teléfono particular, a mi mail o cualquier otra forma privada”

Marina Abiuso
La Fiscalía PCyF 1 interviniente a cargo de Juan Pablo Andueza, investiga además a las restantes cuentas que también hostigaron y maltrataron a la periodista, y hasta el momento cuatro personas identificadas como titulares de algunas de ellas se encuentran afrontando suspensiones del proceso a prueba en trámite, según informó el Ministerio Público Fiscal.

“Vivir sin violencia”
Por otro lado, Abiuso destacó la labor del juez Casas que la “sorprendió muy gratamente” al “enmarcar claramente el conflicto dentro de un caso de violencia de género”.

La periodista explicó que, a diferencia de la Fiscalía –que había solicitado una pena de prisión de 10 días-, “me presenté en la causa diciendo que no quería una pena de prisión” y el magistrado reivindicó esto aportando que “en la gran mayoría de los casos de género que le tocaron, las mujeres planteábamos esto de que no queríamos venganza, sino simplemente vivir sin violencia”

“Este caso se inserta en un contexto local de una escalada de discursos que incitan a la violencia y a la discriminación hacia periodistas que cubren las agendas de género y diversidad, con el propósito de deslegitimar y silenciar a las principales voceras de estas agendas, generando un profundo deterioro del debate público”, sostuvo Amnistía Internacional Argentina, tras conocer la resolución judicial.


Esta modalidad de violencia que afecta fundamentalmente a mujeres y diversidades con voz pública, se caracteriza por ser continua y sistemática, así como por perdurar en el tiempo indefinidamente, dada la imposibilidad de borrar por completo la huella digital.

Por su parte, la Red de Editoras de Género calificó el fallo como “un paso adelante para frenar la violencia en entornos digitales” y enumeró cuatro aspectos en los que la vida de Abiuso se vio afectada por la violencia desplegada por Dannan en redes sociales.

“En el caso de Marina afectó su seguridad -porque tuvo miedo de salir a la calle y hablar en público -, su desarrollo profesional –porque sufrió desacreditación y silenciamiento-, su salud mental -porque fue amenazada de muerte y violación- y su libertad de expresión –porque se autocensuró por miedo a represalias-“, dijeron en redes sociales.

En ese sentido, diversas entidades, como la Agencia Nacional de Periodismo y ADEPA, manifestaron públicamente su rechazo al escrache, las acusaciones falsas y el hostigamiento vivido por Marina Abiuso.

El camino de la denuncia
“Este precedente contribuye a enviar el mensaje de que la violencia de género en redes no es tolerada. Se deben adoptar medidas reparadoras para que mujeres, niñas y adolescentes del país puedan confiar en la Administración de justicia y se atrevan a denunciar”, afirmó Amnistía Internacional Argentina.

Una encuesta que llevó adelante Amnistía Internacional Argentina muestra que el 70% de las mujeres que sufrieron abuso o acoso online hicieron cambios en la forma en que usan las plataformas y el 36% de ellas dejaron de publicar o compartir contenidos que expresaban su posición sobre ciertos temas.

Asimismo, un informe de Naciones Unidas da cuenta del impacto de la violencia de género hacia mujeres con voz pública: el 80% limitó su participación en redes sociales; el 40% se autocensuró sobre algún tema de su pertinencia; una de cada tres cambió de puesto laboral y una de cada cuatro fue despedida o no le renovaron el contrato.

La denuncia que realizó Marina Abiuso (y que Amnistía Internacional acompañó el último año) no tiene como objeto buscar límites a la libertad de expresión sino precisamente resguardarlos.

“El disciplinamiento que estos ataques generan son una afectación en el libre ejercicio profesional y expanden ese temor a otras colegas y activistas con voz pública”, dijeron