Plaza Huincul y Cutral Co son socios "fifty-fifty" en el ENIM. Si alguno de los dos quiere "trabar" el ENIM con los votos de sus dos directores puede hacerlo tranquilamente. Hay infinidad de proyectos que precisan y esperan del acuerdo entre Larraza y Rioseco.

Por mencionar uno: la construcción de la planta reductora de gas para conectarse al Gasoducto Trasandino Sur, una obra esencial si las ciudades quieren ampliar redes domiciliarias. Quizás Huincul tenga más urgencia en este sentido porque las redes actuales no soportan más inyección de presión; pero Cutral Co tiene un marcado aumento de demanda.

Otro tema en conjunto: la construcción de viviendas. Rioseco comprometió 2 mil viviendas y necesita fondos del ENIM para avanzar. En Huincul, según el propio Larraza, faltan unas 2.700 viviendas.

Incluso, ahora, el deliberante de Plaza Huincul tiene para su tratamiento el proyecto para ampliar el fondo de asistencia financiera a comerciantes, pequeños emprendedores y jóvenes profesionales que Cutral Co ya aprobó. Como es obvio, hasta que Huincul no lo apruebe no hay incremento de la partida y los comerciantes deberán esperar.

Hay un sinfin de temas que dependen de la voluntad de ambos gobiernos y un sinfin de vecinos que aguardan las respuestas que surjan de esa sana convivencia.

La contracara es la insatisfacción social que tiene expresiones concretas y la comarca petrolera requiere poco para inflamarse: la explosión electoral de Javier MIlei con 9 mil votos entre ambos electorados, es una de ellas.