El abogado de la tercera detenida, Javier Molina, aseguró que la joven “no milita en ninguna agrupación” y aseguró que era “compañera de escuela” de Brenda Uliarte, la pareja de Fernando Sabag Montiel.
Javier Molina, el abogado de Agustina Díaz, la tercera detenida por el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, anticipó este miércoles que su defendida “no va a declarar” por el momento en la causa que instruye la jueza María Eugenia Capuchetti, y aseguró “no saber por qué” la joven se encuentra detenida.
“Por el momento, Agustina no va declarar y no entendemos por qué está detenida. Sería apresurado tomar alguna decisión sin tomar primero conocimiento de la causa”, indicó Molina en declaraciones a la prensa formuladas en la entrada a los Tribunales de Comodoro Py.
El letrado, quien aún no fue designado oficialmente por Díaz como su abogado, dijo que la joven “no milita en ninguna agrupación” y aseguró que era “compañera de Escuela” de Brenda Uliarte, la pareja de Fernando Sabag Montiel, quien intentó disparar a la Vicepresidenta, y que también se encuentra detenida.
Molina señaló además que los mensajes que intercambio de mensajes con Uliarte "no tenían que ver con este hecho que se está investigando".
Díaz, de 21 años, se encuentra detenida en el penal de Ezeiza y este miércoles iba a ser trasladada a los Tribunales de Comorodo Py, donde Capuchetti iba indagarla en el marco de la investigación por el intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner.
La magistrada tiene planeado tomarles declaración indagatoria este miércoles a los tres detenidos que tiene la causa que se sigue por el intento de magnicidio contra la exmandataria.
Díaz quedó bajo la lupa de los investigadores a partir de una serie de mensajes que intercambió con Uliarte, a la que intentó ayudar a ocultarse de la justicia, por lo que le imputarían el delito de encubrimiento.
La información que comprometió a Díaz hasta el punto de que fuera ordenada su detención surgió del celular de Uliarte, quien la tenía agendada como "Amor de mi vida" y solía compartir expresiones de odio, según detallaron a esta agencia las fuentes de la investigación.
La detención de Díaz
Se produjo en el partido bonaerense de San Miguel, en el marco de una serie de operativos ordenados por Capuchetti y llevados a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
En el allanamiento en el que se produjo la detención se secuestraron tres teléfonos celulares, de los cuales solo uno estaba activo, informaron las fuentes consultadas.
La PSA llevó a cabo en la noche del lunes, además, otros dos allanamientos, uno en provincia de Buenos Aires y otro en la ciudad de Buenos Aires, en los que se secuestraron también teléfonos celulares notebooks, pendrives y demás dispositivos que ya están siendo sometidos a peritaje.
Uno de esos allanamientos fue en el domicilio de un hombre de confianza de Uliarte, con el que mantenía intensas comunicaciones y que los investigadores creen que pudo haberla ayudado a tratar de escapar: le secuestraron el teléfono celular y otros elementos para avanzar con esa línea de pesquisa.
Tras estas acciones, la jueza ordenó el levantamiento del secreto de sumario, mientras que por estas horas se espera que la magistrada fije audiencia para la indagatoria de la nueva detenida, lo que según el Código Procesal Penal deberá ocurrir dentro de las 24 horas de su arresto, plazo que puede ser prorrogado por otras 24 horas.
Se especulaba con que la magistrada utilizaría esa extensión a la espera de que pueda ser obtenida toda la información albergada en los dispositivos electrónicos secuestrados en el allanamiento a la casa de Díaz.
Fuentes judiciales indicaron que Sabag Montiel y Uliarte planeaban alquilar un departamento en el barrio porteño de Recoleta que les permitiera una vista limpia hacia la propiedad de la dos veces primera mandataria de la Nación.
La información fue detectada en el teléfono celular de la detenida Uliarte y surge de mensajes de audio que se envió con el agresor, al que además acompañó hasta la zona de Juncal y Uruguay el 1° de septiembre último cuando intentaron dispararle en la cabeza a Fernández de Kirchner.