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El caso de Mónica Santo, la "viuda negra" oriunda de Misiones y radicada en San Nicolás, suma un nuevo y dramático capítulo. Un hombre de 73 años, residente en Rosario, la reconoció en los medios de prensa y denunció que fue su víctima tras una cita pactada por Tinder en Villa Constitución. El anciano fue dopado, golpeado y terminó internado 48 horas tras el violento robo.

La exposición mediática de la detención de Santo la semana pasada facilitó el reconocimiento por parte de esta nueva víctima, quien se presentó el martes en la Comisaría 1ª de Villa Constitución. El hombre relató que el 5 de noviembre conoció a "Mónica" por la aplicación de citas. Tras un match, se encontraron, y después de ingerir un mate ofrecido por ella en un parque, el hombre perdió el conocimiento.

El trance de la víctima y las secuelas físicas

El anciano relató que, en un estado de semiconsciencia, escuchó la voz de un hombre y sintió golpes y patadas. Cuando recobró el conocimiento, ya se encontraba en el Samco de Villa Constitución.

Fue derivado de urgencia a un sanatorio privado de Rosario, donde permaneció internado por 48 horas. En ese lapso, confirmó el robo de $480.000 pesos, algo más de $100 dólares y un teléfono celular. Como consecuencia del violento trance, el hombre reportó secuelas de temblores y dolores intensos.

Modus operandi y suma de causas

Mónica Santo, de 42 años, acumula un "tendal de denuncias" debido a su modus operandi sistemático:

1.Sondeo: Contacto con hombres a través de redes sociales, principalmente Tinder.

2.Seducción y Engaño: Concertación de un encuentro.

3.Dopaje: Utilización de somníferos o fármacos para hacerles perder la conciencia.

4.Robo y Defraudación: Una vez dominada la situación, sustraía dinero, joyas, celulares y utilizaba las tarjetas de crédito o débito de la víctima.

Santo, quien ya posee una condena previa de dos años en suspenso por delitos similares y varias causas en trámite desde el año pasado, fue detenida hace una semana en su vivienda de San Nicolás, donde se secuestraron los fármacos y prescripciones médicas presuntamente utilizados.

La gravedad y la reiterancia de los hechos llevaron al juez de Garantías Ricardo Prati a negarle la excarcelación el viernes pasado, ordenando su traslado a la Unidad Penal 3 de Buenos Aires, pendiente de cupo.

La Fiscalía Nº 1, a cargo de Verónica Marcantonio, la imputó formalmente por cuatro hechos de robo y defraudación por el uso ilícito de tarjetas. Su novio, un hombre de Empalme Villa Constitución, también se encuentra ligado al proceso penal como presunto cómplice.