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Tras varios días de incertidumbre, se confirmó que el cuerpo recuperado del río Neuquén pertenece a Víctor Hugo Plaza, un hombre de 44 años que había desaparecido mientras se bañaba en una zona no permitida. El desenlace se produjo este jueves, luego de que la autopsia arrojara luz sobre las circunstancias de su deceso.

El rastrillaje, que se había iniciado para localizar al hombre arrastrado por la corriente, culminó el pasado martes por la tarde con el hallazgo del cuerpo. El descubrimiento ocurrió en un sector complicado y de acceso restringido, específicamente en la denominada Picada 2 o Puesto Salamanca.

En ese momento, la Fiscalía optó por la cautela, manteniendo la identidad del difunto bajo reserva a la espera de los análisis forenses, aunque ya se adelantaba que las características físicas coincidían con las del desaparecido.

Resultados forenses y tragedia personal

La autopsia se llevó a cabo el miércoles al mediodía y sus resultados fueron difundidos en la mañana del jueves. Fuentes oficiales indicaron que Plaza murió por asfixia por sumersión, descartando cualquier indicio de violencia o lesiones previas en el cuerpo. Una vez concluidos los estudios, los restos de Víctor Hugo Plaza fueron entregados a sus allegados.

La desaparición había sido reportada el lunes cerca de las 17 horas. Según lo comunicado por el comisario Emilio Díaz, el hombre se encontraba con amigos en los piletones de San Patricio del Chañar y, al intentar cruzar el río, no logró regresar a la superficie.

Plaza era oriundo de la provincia de Salta y se había mudado a la región patagónica en enero junto a su familia, a la espera del inicio de las labores de cosecha.

Las autoridades policiales hicieron un llamado a la conciencia, reiterando que la zona de los hechos no está habilitada como balneario. La advertencia se centra en los riesgos inherentes del lugar, que presenta profundos pozones y un caudal con corrientes sumamente peligrosas.