Este fin de semana, la Policía de Santa Fe marcó un hito al utilizar por primera vez una pistola Taser contra un civil. El incidente ocurrió durante una intervención por violencia de género en la zona de Ovidio Lagos al 8500, en Rosario, y puso a prueba esta nueva herramienta "no letal" en medio de una situación de escalada de violencia.
La Suboficial Juana Rodríguez, quien ejecutó la descarga, brindó su testimonio a Radiópolis (Radio 2) este martes, detallando los cinco segundos críticos que definieron el operativo.
La Escalada de Violencia
Rodríguez recordó que estaban asistiendo a la víctima—una mujer que se había descompensado—a la espera del servicio de emergencias médicas (Sies). Fue en ese momento cuando la situación se descontroló:
"Llegó la hermana de la víctima y, sin mediar palabra, comenzó a golpear el móvil y a agredir físicamente a mis compañeros. Tratamos de calmarla, pero el forcejeo era constante," relató la suboficial e indicó "había que evitar que pase a mayores"
Ante la agresión, la agente Rodríguez se aproximó, dando la voz de alto, pero la mujer continuó su ataque. La suboficial explicó que su decisión de desenfundar la Taser se basó en una rápida evaluación del riesgo: "Mi compañero es masculino, la agresora era femenina y estaba muy alterada. No sabíamos si podía tener un arma o si, peor aún, intentaría quitarle el arma reglamentaria a mi compañero. Todo eso pasa por tu cabeza en un instante."
Cinco Segundos para la Inmovilización
Para neutralizar el peligro, la suboficial optó por el arma de electrochoque. Pidió a sus compañeros que se apartaran y aplicó la descarga en el momento en que la agresora se acercó.
"Ahí fue cuando decidí utilizar la Taser... Esperé los 5 segundos que se esperan y luego pedí que le colocaran las esposas," explicó Rodríguez.
La inmovilización fue inmediata, y la mujer fue rápidamente reducida. La suboficial resaltó que el protocolo, que exige que la escena quede grabada, se cumplió a cabalidad: la bodycam se activa automáticamente al encender la Taser.
Una vez esposada, la mujer fue atendida en el lugar por personal del Sies y examinada por el médico policial, quien confirmó su buen estado de salud. La suboficial concluyó que la Taser demostró ser una "herramienta muy útil, más en estas situaciones" donde se busca evitar que un incidente pase a mayores sin recurrir al uso de la fuerza letal.
Entrenamiento y Protocolos
Respecto a la capacitación, Rodríguez mencionó que el protocolo establece claramente que el shock dura cinco segundos, el tiempo necesario para lograr la inmovilización y el esposamiento. Consultada sobre si el personal había experimentado la descarga durante el entrenamiento, aclaró que no es la norma.
"Para hacer la prueba de la Taser hay que hacerse un estudio previo. Solo los instructores la recibieron y nos compartieron su experiencia," detalló la suboficial, destacando que el resto de los agentes se basa en el entrenamiento teórico y práctico.