Policía realizó cuatro allanamientos en las ciudades del Alto Valle, en el marco de una investigación por estafas telefónicas cometidas por personas que están detenidas, que recibieron la colaboración de familiares que ingresaron teléfonos celulares a las cárceles.
Los procedimientos los requirió la fiscal del caso Marina Díaz, y se realizaron ayer en domicilios de Neuquén, Centenario y Roca, además de dos celdas del establecimiento de Ejecución Penal II, también de Roca.
El objetivo fue secuestrar teléfonos celulares, chips, memorias de almacenamiento, tarjetas de débito y crédito, cuadernos con anotaciones, comprobantes de pagos, dinero, entre otros elementos.
Los procedimientos fueron realizados por personal de Delitos Económicos de la Policía provincial, con la colaboración de efectivos de la Policía de Río Negro. “Se secuestraron teléfonos celulares, blisters con SIM, pendrivers, tarjetas, anotaciones con números de abonados, alias y CBU”, indicó la fiscal del caso. “Toda esta información la vamos a analizar a los fines de avanzar en formulaciones de cargos hacia las personas que corresponda”, remarcó.
De acuerdo a la información provisoria que recolectó la fiscal del caso, las estafas fueron cometidas mediante el denominado “cuento del tío”, y su intervención surgió tras una denuncia en la Comisaría 48 de la ciudad de Zapala.
Según relató la víctima, el 7 de junio de este año y por la tarde, recibió un llamado al teléfono fijo de su casa. Del otro lado estaba una persona que se identificó como su primo y que le dijo que andaba de viaje desde Junín de los Andes hacia su casa. Le planteó que tenía un desperfecto mecánico, que no podía comunicarse con la grúa y le brindó un número telefónico de un celular, para que llame a la aseguradora. Al llamar la víctima, lo atendió un supuesto empleado de la firma, que le dijo que la cobertura que tenía el damnificado no comprendía la zona de Junín de los Andes, y que por lo tanto debía pagar. Fue así que la víctima realizó una transferencia a una cuenta del Banco Nación que le dio este supuesto empleado, por un monto de 1,2 millones de pesos. Tras el pago, perdió todo tipo de contacto con estas personas.
No se trató de un hecho aislado. Otra persona de la misma localidad sufrió un engaño idéntico, transfiriendo $1.400.000 a distintas billeteras virtuales utilizadas por los estafadores para mover el dinero.
Luego de la denuncia, y mediante la investigación conjunta del Ministerio Público Fiscal con el personal del departamento de Delitos Económicos, se pudo establecer a través de informes e intervenciones telefónicas, que los números “operaban, mediante la maniobra detallada por el denunciante, desde la unidad de detención de General Roca”, precisó la fiscal del caso al requerir los allanamientos. Y además “mantenían contacto con sus familiares, quienes realizaban compras de productos con tarjetas obtenidas con estas maniobras”, puntualizó
Del análisis telefónico surgió información sobre el vínculo entre las personas detenidas y sus familiares, para poder ingresar teléfonos celulares a la cárcel con el objetivo de “trabajar”, en alusión a las maniobras de estafas bajo investigación.
“Las personas que estarían llevando a cabo las maniobras delictivas investigadas, son las que se encontrarían dentro del complejo penitenciario, realizándolas bajo el mismo modus operandi denunciado en Zapala”, indicó la fiscal Díaz. Y remarcó que algunos de sus familiares, “colaboran con la maniobra aportando cuentas, CBU,CVU, recibiendo dinero y/o productos comprados en virtud de esas maniobras”.
Por este motivo, los allanamientos realizados ayer en las ciudades de Neuquén y Centenario, así como el del barrio Tiro Federal de Roca, comprendieron a familiares de las personas que permanecen detenidas.