El domingo en la tarde un hombre caminó hasta una vivienda en calle Río Negro de Cutral Co y disparó 14 veces con un arma que habría sido calibre .9mm.. La familia del hombre brindó una explicación de lo sucedido, pero ahora, el agredido pidió Derecho a Réplica para explicar lo suyo. “Nadie lo engañó a ese chico... al contrario se lo ayudó”, dijo el dueño de la casa que fue baleada y con quien el hombre que gatilló mantenía la diferencia.

F. (pidió resguardo de su nombre) envió muchas capturas de pantallas sobre la forma en que se gestó el negocio por el cual se intercambiaron autos, un Bora por un Vento. También envió el video donde se ve al agresor caminando por la calle Río Negro con un arma en la mano a plena luz del día y dio su versión de cómo fue el negocio.

“Este chico estaba sin trabajo y yo en mi casa tengo un taller por hobby porque tengo otro trabajo. Pero, como por ahí yo agarro trabajitos de mecánica le dije que viniera que le daba una mano porque estaba sin trabajo y no tenía ni para comprarse un paquete de fideos”, explicó.

Luego describió: “él tenía un Vento, yo tenía una Bora. En ese momento en que él estaba sin trabajo, al auto de él había que invertirle mucha plata porque había que arreglarle muchas cosas de mucha plata. Unos 5 millones de pesos: embregue, tren delantero, un montón de cosas”.

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Al respecto sostuvo que “como tengo trabajo y él no, yo si lo podía arreglar. El Bora mío tiraba un poco de aceite por la verilla. El lo vio, lo probó e hicimos el cambio”, detalló.

“Lo tuvo 3 días en Cutral Co, porque él vive en Neuquén realmente. Lo probó, lo probó con su abuelo, con sus tíos, se convenció, me confirmó que si. Cuando me confirmó, le llené el tanque al Vento”, dijo.

“El se fue para Neuquén, lo tuvo 10 días y ahí me escribe que no quería el auto, que yo lo había recagado, que le habíamos puesto algo al motor para que durara un poco y después se rompiera”, contó aunque aclaró: “para mí lo rompió él, lo cagó a palos al auto, lo fundió y me lo devolvió roto”, afirmó.

“Yo estaba trabajando, hablé con mi primo y le dije devolvele el auto. El Vento estaba desarmado, se estaba reparando y ¿qué pasó?. Hay algo que si esa verdad: que lo que tenía roto se sacó y se tiró porque se compraron los repuestos nuevos. Obviamente, los repuestos nuevos no se le dieron porque valían una fortuna. Eran repuesto de 1 millón de pesos, así que el repuesto nuevo no se le dio y el viejo se tiró a la basura y no íbamos a ir a la basura a buscar el repuesto. Así que él se llevó un auto desarmado y él a mí, me dejó un auto roto. En la puerta de mi casa con le motor roto que así él no se lo llevó; se lo llevó andando”, resumió.

“Para nosotros ahí se murió ese problema. Y después de eso, pasaron tres meses ya y pasa esto de la nada”, resaltó con voz de sorpresa.

“Nadie lo cagó a este chico. Al contrario, se le brindó todo para ayudarlo, para que pueda salir de la situación que estaba pasando. Realmente es inexplicable lo que hizo”, remarcó en el final.