El Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó públicamente su preocupación por la trayectoria económica de Argentina y lanzó una clara advertencia al Gobierno: la meta de acumulación de reservas internacionales para el cierre de este año fiscal será inviable de alcanzar.
Julie Kozack, vocera del organismo multilateral, fue enfática al señalar que "reconstruir las reservas internacionales sigue siendo esencial" para la estabilidad macroeconómica del país. Este diagnóstico se alinea con las alarmas del sector privado, que sostiene que el Banco Central mantiene un saldo de reservas netas en terreno negativo.
El FMI subraya la urgencia de fortalecer el "colchón de dólares" para asegurar la solidez financiera y mejorar la capacidad de la nación sudamericana para afrontar cualquier turbulencia externa. En este contexto de fragilidad, Kozack enfatizó que se requiere con premura un "marco monetario y cambiario consistente y sólido" que garantice una ruta sostenible hacia la acumulación de divisas.
Interrogantes sobre el Swap y el Desembolso Pendiente
Un tema clave en el diálogo con el Fondo es la posibilidad de utilizar el swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos para mejorar artificialmente el cálculo de las reservas netas. Al ser consultada sobre si este instrumento podría ser contabilizado, Kozack eludió una respuesta concreta, limitándose a indicar que la definición se basará en el marco técnico habitual del FMI y se conocerá en el próximo reporte del staff.
Si, como el propio Fondo anticipa, Argentina no logra cumplir con la meta pactada, deberá activar un mecanismo extraordinario: solicitar un "permiso especial" para justificar el incumplimiento temporal del acuerdo. La vocera se abstuvo de especular sobre el resultado de este proceso, remitiendo la discusión a la próxima revisión, programada para enero de 2026.
Exigencia de Consensos y Reformas Estructurales
Más allá de la crítica a la política cambiaria, el FMI insistió en que las reformas de fondo son vitales para consolidar cualquier avance económico.
El organismo "espera reformas orientadas a aumentar la eficiencia y equidad del sistema tributario", además de la continuidad de los recortes y ajustes en el gasto, específicamente en el área de subsidios. Según Kozack, el objetivo de estos cambios es "fortalecer el ancla fiscal" y transicionar hacia un modelo económico más dinámico, resiliente y basado en las fuerzas del mercado.
Finalmente, el Fondo hizo un llamado explícito a la clase política, instando a "generar consenso" para mejorar la operatividad y la flexibilidad de los mercados, incluido el mercado laboral.
