Un informe elaborado por la Fundación Encuentro cuestionó los resultados del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), sancionado en 2024 con el objetivo de convertirse en un motor de la reactivación económica. Según el relevamiento, la herramienta terminó consolidándose como un esquema de ventajas fiscales para iniciativas que ya estaban previstas, sin alcanzar el nivel de nuevas inversiones que el Gobierno había anticipado.
De acuerdo con el estudio, de los u$s50.000 millones en inversiones prometidas, solo se aprobaron u$s8.572,8 millones (17,1%). Si se toman en cuenta únicamente los proyectos presentados después de la entrada en vigencia del régimen, la cifra se reduce a u$s255 millones, es decir apenas el 0,5% de lo anunciado.
En total, fueron avalados siete proyectos: seis ya estaban en marcha con anterioridad y apenas uno surgió tras la implementación del RIGI. Además, las iniciativas se concentraron en cuatro sectores —petróleo y gas, energía, minería y siderurgia— mientras que turismo, forestoindustria, tecnología e infraestructura quedaron sin nuevos desarrollos.
El informe advierte también que la Inversión Extranjera Directa en 2025 fue negativa en -u$s1.679 millones, lo que, según la Fundación, “confirma que no existió un boom inversor”. Como ejemplo, se menciona a YPF, que participa en tres de los siete proyectos aprobados, dos de ellos vinculados con Vaca Muerta.
Para la Fundación Encuentro, el régimen terminó funcionando como “una transferencia de recursos públicos a grandes compañías que ya tenían sus planes definidos”, y concluye que la Argentina “no carece de proyectos productivos, sino de políticas públicas capaces de promover valor agregado, empleo y encadenamientos industriales”.
Datos oficiales: u$s13.067 millones aprobados
En paralelo, cifras oficiales presentadas por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el Congreso, indican que hasta el momento el Gobierno dio luz verde a proyectos por u$s13.067 millones de un total presentado de u$s33.876 millones. Esto representa el 35% de las propuestas: siete fueron aprobadas, una rechazada y otras 12 continúan en evaluación.
Fuentes del sector energético y minero señalaron que, pese a estas limitaciones, el RIGI se mantiene como una herramienta atractiva para captar capitales estratégicos. No obstante, anticipan que el Ejecutivo podría extender la vigencia del régimen más allá de julio de 2026, fecha en la que vence, para poder resolver las solicitudes pendientes.