Naldo Labrín, uno de los músicos más destacados del Neuquén, que ha sido también un hombre de la política participando activamente del MAPO, analizó la situación de la política nacional.

P_: ¿Qué estamos viviendo o cómo ve usted lo que estamos viviendo a nivel político en la Argentina?¿Qué nos pasa a los argentinos en este momento?

NL_: Una vergüenza. Una vergüenza lo que sucede a nivel nacional.

P_: ¿Por qué?

NL_: Porque un presidente no puede tener un lenguaje tan soez, no puede atacar todo el tiempo a la gente, a los sectores que hacen a la sociedad, no puede hablar de casta política cuando él integre una casta política, no puede vetar las decisiones de la Cámara, alta y baja, que para eso el pueblo las eligió, para que construyan leyes que beneficien a la gente. Su tarea es encontrar los recursos para tratar las leyes que se aprueban y, digamos, no cerrar actividades culturales como el Incaa, como Sadaic, como el apoyo al cine, el apoyo al teatro, el INTA que era una historia importante en el país, lo están cerrando. En fin, si vemos que todas las cosas, Vialidad Nacional se cerró, entonces, ¿qué país queremos tener si no tenemos los organismos para que el país funcione? Le vamos a pedir plata al ministro de Gobierno todos los días como los chicos los mandados.

Un país en orden tiene su coparticipación, que le corresponde porque genera recursos las provincias y van todas a nación y luego nación hacia la coparticipación y ahora, desde que asumió este presidente, eliminó la coparticipación. Ahora hay provincias afines a sus objetivos políticos que reciben por debajo del mostrador el apoyo económico que necesita. Entonces es un desorden, es un desorden. No es una gestión que merezca respeto o que tenga que ver con lo que es un país.

A mí me da mucha vergüenza. Yo he recorrido desde Canadá hasta Tierra del Fuego y conozco cómo funcionan los estados. Algunos mejor que otros, pero hay países que son maravillosos cómo desarrollan su estructura y funcionamiento hacia la gente. Creo que nuestro país está pasando una crisis muy grave; muy grave.