Una de las cocineras de la Hostería de Los Miches, Dora Burgos, rescata la cultura y los sabores del Alto Neuquén con sus recetas tradicionales, entre ellas, el famoso “Sopón”.
Dora Burgos, cocinera de la Hostería de Los Miches, ha ganado popularidad con el “Sopón”, un plato típico de la región que ha cautivado a los visitantes que pasan por el lugar. “Nosotros acá lo preparamos con todo ralladito, con toda la verdura rallada y la preparamos en la ollita. Le echamos todos los condimentos, cosa que dé todo el sabor y ya esté listo para servir”, cuenta Dora, explicando la sencilla pero deliciosa preparación.
Con ingredientes como zapallo, papa, zanahoria y cebolla, el “Sopón” se cocina en solo 10 o 15 minutos y lleva también un toque de caldo, orégano, sal y aceite que intensifican su sabor. Para finalizar, se agrega también una mezcla de harina, huevo, agua, sal y cilantro; y con la ayuda de una cuchara se va agregando la masa semilíquida en el caldo hirviendo en forma de bolitas (similares a los ñoquis).
El plato tiene su encanto en la simplicidad y en la dedicación con la que Dora y el equipo de cocina lo prepara. “La verdad, a la gente le llama mucho la atención el Sopón. Y acá se prepara mucho, se ve que les gusta”, agrega con una sonrisa. Este plato, que representa los sabores del Alto Neuquén, refleja también el amor por la cocina que Dora heredó de su madre, quien trabajaba como cocinera en una Escuela. “Mi mamá preparaba comida para más de 100 chicos. Y bueno, yo heredé de ella, cociné también. Ahí aprendí mucho”, comenta con orgullo, recordando su niñez y las enseñanzas que le transmitieron.
Trabajar en la hostería ha sido una experiencia de aprendizaje constante para Dora, quien con humildad reconoce que siempre hay algo nuevo por descubrir en la cocina. “Aprendí mucho acá de los chicos también. Ellos trabajan de una manera y yo trabajaba de otra, pero de ellos aprendí un montón. Y me falta todavía aprender, pero estoy aprendiendo bastante”, confiesa. Este ambiente de aprendizaje la ha motivado a seguir innovando, siempre con el toque casero y tradicional que caracteriza sus platos.
Su trabajo ha sido recompensado por la aceptación de los comensales, quienes la llenan de elogios por el sabor de sus platos. “La gente me dice que saben ricas las comidas, eso me pone contenta. Al principio tenía miedo de que iba a fracasar, pero no. De a poquito voy aprendiendo y cada vez va más subiendo la cosa”, comparte Dora, orgullosa de los frutos de su esfuerzo.
Además de su trabajo en la Hostería, Dora tiene un emprendimiento propio llamado “El Bajito”, donde produce y vende queso casero, saborizado, queso cuartirolo y dulce de leche, entre otros productos. “Soy muy famosa por el dulce de leche y el queso. La gente me pide mucho dulce. Capaz que tiene un secreto, pero lo que sé es que me queda rico”, dice entre risas.