Foto Gentileza

Neuquén, Mendoza y San Juan son las provincias en la que se registraron eventos de precipitación asociados al fenómeno climático, en sintonía con los "cambios globales en las trayectorias de otros fenómenos climáticos, como los 'ríos atmosféricos' y ciclones", destaca un informe del INTA y el Ianigla-Conicet.

La zona de la Cordillera de los Andes que abarca a las provincias de Neuquén, Mendoza y San Juan registra en lo que va del año al menos cinco eventos de precipitación asociados al fenómeno climático "El Niño", lo que "significa un alivio a una seguidilla de años secos en esa región", informó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), junto con el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla-Conicet).

"'El Niño' comenzó a dar señales e iniciado septiembre se registraron diversas precipitaciones en algunas regiones del país, al tiempo que se observó un cambio global en las trayectorias de otros fenómenos climáticos, como los 'ríos atmosféricos' y ciclones", destacaron el INTA y el Ianigla-Conicet en su trabajo.

Maximiliano Viale, miembro del Ianigla-Conicet Mendoza, explicó que "los ríos atmosféricos son corredores largos y angostos de fuerte transporte de vapor de agua en la atmósfera, ríos de agua en estado gaseoso en la atmósfera; y la principal fuente el recurso hídrico en las regiones bajas adyacentes en los Andes".

En este sentido, el informe precisó que "en lo que va de 2023 ocurrieron al menos cinco eventos de precipitaciones en el norte de Neuquén y Mendoza, asociados a ríos atmosféricos".

Por su parte, Gastón Moyano, observador agrometeorológico del INTA en la localidad mendocina de La Consulta, confirmó el impacto de los ríos atmosféricos en su provincia: "En agosto se registraron nevadas en la Cordillera de los Andes -del lado argentino- durante tres días, como hace más de 15 años no se veía".

En esta línea, vaticinó que "los ríos atmosféricos están poniendo fin a una seguidilla de años secos en el norte de Neuquén y de Mendoza".

"Toda la nieve acumulada en la Cordillera de los Andes nos permite tener reserva de agua para las épocas críticas de primavera-verano, cuando los cultivos demandan una gran cantidad de este recurso vital", destacó.

A su vez, reconoció que los ríos atmosféricos en la región "tienen un papel esencial en el mantenimiento de las reservas de agua dulce, como las aguas subterráneas, el flujo de ríos y arroyos y la capa de nieve".

Por otra parte, el INTA resaltó que la nieve que se acumula durante el otoño y el invierno en la cuenca alta del río Colorado es la fuente de abastecimiento de agua para las provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.

"La primera estación de aforo del río Colorado, Buta Ranquil (Neuquén), registró 13 años consecutivos de déficit hídrico con una caída de hasta un 60% en la oferta hídrica", señaló la investigadora del INTA 25 de Mayo (La Pampa), Carolina Aumassanne.

Aumassanne agregó: "Puntualmente, en los últimos tres años, el derrame fue de entre 35 y 55% por debajo del derrame promedio".

En ese sentido, celebró la llegada de los ríos atmosféricos a la cordillera por su impacto positivo en la cuenca del Colorado al detallar que "en lo que va del año se registraron nevadas intensas en julio y agosto que alcanzaron valores de cobertura nieve total entre 65 y 80% de la cuenca alta del río Colorado".

A partir de estos datos, y de mediciones de equivalente de agua nieve y cateos realizados por otras instituciones se estima "un mayor escurrimiento con un mayor caudal de agua en el río", afirmó Aumassanne.

La especialista recalcó que "la situación hidrológica del río Colorado ha cambiado durante los últimos meses, junio, julio y agosto" respecto a años anteriores.