El cometa 3I/ATLAS ha capturado la atención global de la ciencia, mostrando un comportamiento atípico que ha provocado una intensa oleada de estudios por parte de las principales agencias espaciales. Recientemente, el objeto ha vuelto a ser noticia tras la divulgación de imágenes de la NASA que revelan un "cambio brusco" en su estructura.
Anomalías observadas y datos impactantes
Los telescopios James Webb (JWST) y Hubble de la NASA han confirmado variaciones notables, incluyendo cambios en el color del cometa y una polarización extrema en la luz que refleja, lo que profundiza el desconcierto entre los investigadores.
Las imágenes más recientes, publicadas el 19 de noviembre, sí mostraron una cola convencional que se extiende por más de 56.000 kilómetros. Sin embargo, las anomalías iniciales se detectaron al observar una anti-cola que apuntaba hacia el Sol, compuesta por una mezcla de elementos que resulta difícil de explicar con los modelos cometarios actuales.
Si bien no representa ningún riesgo de colisión para la Tierra, el 3I/ATLAS es considerado una oportunidad única para estudiar la composición de los visitantes que provienen de fuera de nuestro sistema solar.
Elementos que desafían la "normalidad"
Aunque investigadores del Instituto Max Planck y del JPL de la NASA sugieren que la evolución de su cola, la composición rica en $\text{CO}_2$ y la pérdida de masa se alinean con la sublimación volátil clásica en objetos interestelares, otras observaciones no encajan en el modelo tradicional de cometas:
·Distribución asimétrica de gases: La coloración verde de los gases (indicativa de carbono diatómico, producto de compuestos orgánicos descompuestos) no se distribuye de manera uniforme. Su morfología es asimétrica, sugiriendo una emisión altamente direccional desde puntos específicos de la superficie, en lugar de una sublimación homogénea por el calentamiento solar.
·Composición química anómala: Análisis espectroscópicos previos del JWST ya habían indicado proporciones inusuales. En particular, se detectó un ratio de níquel a cianuro significativamente más alto que el encontrado en cualquier cometa conocido dentro de nuestro sistema solar.
·Forma del núcleo: A la resolución actual, el núcleo del 3I/ATLAS presenta una forma esférica y compacta, lo que contrasta con la forma irregular o de "patata" que es típica de los núcleos cometarios.
Un estudio reciente, divulgado el 24 de noviembre, abordó la cuestión de seguridad, detallando los patrones de llegada a la Tierra de objetos interestelares en el caso de que la probabilidad, actualmente extremadamente baja, se materializara.
