La nena de apenas dos años diagnosticada de cáncer atravesó una intervención quirúrgica y 14 sesiones de quimioterapia que sobrellevó con naturalidad y alegría, en un proceso que, junto a su familia, transmitió a través de la red social.
Lolita Pérez Ledesma, una nena de apenas dos años diagnosticada de cáncer, atravesó una intervención quirúrgica y 14 sesiones de quimioterapia que sobrellevó con naturalidad y alegría, en un proceso que, junto a su familia, transmitió a través de la red social TikTok, donde ya superó los 22.000 seguidores.
“Esta experiencia me deja muchísima enseñanza, en todo sentido. Las preocupaciones ahora pasan por otro lado, disfrutamos mucho más de cada momento”, dijo a Télam la mamá de la pequeña, Bárbara Ledesma, quien este miércoles participará de un encuentro sobre concientización, en el Día de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
En noviembre de 2021, cuando Loli tenía un año, fue diagnosticada con sarcoma de Ewing, que es cáncer a los huesos, aunque en este caso le afectó partes blandas, y allí comenzó todo un proceso que se convirtió en extensas estadías en clínicas y sanatorios.
“Su tratamiento fue de 14 sesiones de quimioterapia, que empezaron después de una intervención quirúrgica en la que le extrajeron el tumor alojado en su espaldita, que creció mucho y ya le estaba comprimiendo la médula, lo que le comenzó a generar inconvenientes para caminar”, detalló Bárbara.
Algunas sesiones de esta terapia eran cada 14 días y otras cada 21 días, y “a eso se le sumaban las internaciones por recaídas debido a la baja de sus defensas”, detalló la mamá, quien contó que Loli, la menor de cuatro hermanos y nació en abril de 2020, “toleró muy bien el tratamiento”.
“Todo el tiempo pienso lo que sería la vida sin ella, y si no hubiera salido adelante, y más allá de haber terminado el tratamiento, siempre nos queda ese miedo de pensar que tenemos que pasar los controles, que vamos a estar rezando y rogando que sus estudios lleguen con todo limpio y hasta que no le den el alta definitiva vamos a estar expectantes”, resaltó.
"Yo veía infinito el tratamiento, pero finalmente pasó”, contó.
El 6 de enero pasado, como regalo de Reyes Magos, Loli completó su tratamiento de quimioterapia, que se extendió por más de un año, y a partir de allí entró en etapa de “remisión”, que requerirá controles periódicos durante los próximos cinco años.
La pequeña celebró su salida de la internación vestida de princesa, llena de alegría y rodeada de sus afectos, pero a los días tuvo que volver a la clínica por una baja en sus plaquetas, que requirió transfusión.
Bárbara reveló que, antes de su enfermedad, Loli veía videos con su hermanita Rufina, de cuatro años, y “en la clínica empezó a pedir que le hiciéramos videos para publicar en TikTok, con las enfermeras que le caían bien”.
“Yo aceptaba para hacerla pasar el tiempo, porque la terapia es muy aburrida, y sin pensarlo se convirtió en una forma de atravesar este proceso largo. Después ya se sumaron otras enfermeras, que la iban a buscar para hacer videos”, detalló.
En este sentido, apuntó que tienen “muchas publicaciones de videos en la clínica, incluso era ella la que los pedía, pero en casa no se quiere sacar ni una foto”.
Hoy, ya son más de 22.700 los seguidores que tiene Loli en su cuenta de TikTok, que “se viralizó a partir de una publicación con Tini Stoessel”, a quien pudo conocer personalmente cuando llegó a Salta para dar su show.
Esto les permitió conectarse con muchas personas de distintos lugares, con problemas similares, apuntó la mamá, quien agregó que durante todo el tratamiento la niña mantuvo “su buen ánimo y su alegría”.
Sus hermanos, Bautista, de 14 años, y Safira, de 11, debieron vivir durante todo 2022 con su abuela, debido a que, como concurrían a la escuela, no podían tener contacto con Loli, quien no podía correr el riesgo de sufrir una infección.
“Sus hermanos se portaron excelente en todo este tiempo y nos reayudaron”, dijo Bárbara, y destacó que “nos hicimos amigos de muchas madres y padres de chicos con cáncer, con los que convivís diariamente porque las internaciones son largas”.
Incluso, fue convocada por la Fundación de Hemato-Oncología Pediátrica (HOPE), para contar la experiencia de su familia, en el marco de las actividades por el Día de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
Bárbara aprovechó para “agradecer a los médicos y a todos los que colaboraron en este duro proceso, del que pudimos salir adelante”, y especialmente todo el apoyo brindado en su trabajo, en la Comisión de Preservación Arquitectónico Urbanístico (Copaups), al tiempo que dejó un mensaje alentador y de esperanza para todos los que atraviesan por circunstancias parecidas.
En la última Navidad, Lolita y su familia pidieron un solo deseo: “estar sanita y fuerte”, como se la ve ahora.
Salta cuenta con la ley 7786, para el tratamiento de pacientes infantojuveniles con cáncer, que fue promulgada en 2013 y que se reglamentó en 2021, lo que colocó a la provincia como pionera en el país para la asistencia de niños, niñas y adolescentes con cáncer.
La ley apunta, entre otras cosas, a la cobertura total de la patología, además de la ayuda económica y social a las familias de los pacientes oncológicos infanto-juveniles de hasta 21 años, en estado de vulnerabilidad.
El artículo 18 establece que “se le otorgará un subsidio basado en la carencia o situación económica de la familia desde el momento del diagnóstico de la enfermedad hasta concluido el tratamiento o el fallecimiento del paciente, y el control del subsidio se hará según normativas de la reglamentación de la presente Ley”.
El subsidio podrá incluir lo necesario para el transporte y hospedaje del paciente y un responsable en el lugar de tratamiento.
Asimismo, se estableció al programa provincial de Oncología como el organismo competente para realizar los trámites administrativos correspondientes al otorgamiento de subsidios y el encargado del control y fiscalización.