Puede ser una imagen de una persona, al aire libre y monumento

Un grupo de expedicionarios viajó al lugar donde yacen los restos humanos y del avión para homenajear a los sobrevivientes del equipo de rugbiers uruguayos que se estrellaron en Los Andes en octubre de 1972.

Al cumplirse este viernes el 50 aniversario del rescate de los rugbiers uruguayos, luego de que el vuelo que los transportaba hacia Chile cayera en plena Cordillera en 1972, un grupo de expedicionarios viajó al lugar donde yacen los restos humanos y del avión para homenajear a los sobrevivientes del llamado Milagro de Los Andes.

“En este cincuenta aniversario del trágico hecho conocido mundialmente como ‘la tragedia de Los Andes’ que ocurrió acá en Malargüe en octubre del 1972, quisimos viajar hasta allí a recordar la epopeya en el día que fueron rescatados”, dijo el director de Turismo local, Marcelo Rivarola.

El accidente del avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrió el viernes 13 de octubre de 1972, cuando el Fairchild FH-227D de un vuelo chárter que el día anterior había partido de Montevideo a Santiago de Chile, se estrelló en la cordillera de los Andes con 45 pasajeros a bordo.

Muchos eran estudiantes y jugadores de un equipo de rugby, y tras estrellarse en la Cordillera de los Andes, tres miembros de la tripulación y diez pasajeros murieron inmediatamente, otros perdieron la vida con el correr de los días, y solo 16 de ellos lograron sobrevivir tras sufrir penurias extremas como la congelación, la sed y el hambre.

El accidente aéreo y la supervivencia posterior se conocieron como la Tragedia de los Andes y el Milagro de los Andes, respectivamente.
El fin de las penurias concluyó un 21 de diciembre con la llegada de Nando Parrado y Roberto Canessa al puesto de Don Catalán, en la zona de Los Maitenes, en Chile, cuando éste los divisó tras 10 días de 38 kilómetros de caminata y se inicio el rescate que concluyó el 23 de diciembre, un día previo a la víspera de Navidad.

La idea es posicionar a Malargüe como uno de los hitos de supervivencia más grande que ha tenido la humanidad, dado que desde allí salen las expediciones hasta el lugar donde descansan los restos, travesía que todos los veranos realizan cientos de aficionados a la historia y a la montaña en busca de la paz del lugar.

Esa travesía puede hacerse en cabalgatas o a pie desde el antiguo hotel abandonado de El Sosneado, en San Rafael, hasta cruzar el río Atuel, varios arroyos y puestos y llegar al valle de Las Lagrimas, en Malargüe.