Fue desarrollada por Científicos de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (FFyB). Se trata de una biotinta que contiene aceite de cannabis para impresión 3D que puede ser utilizada en la regeneración de tejidos o restauración de órganos dañado. Es la primera vez que se usa un derivado de esta planta para este fin.
Por Natalia Concina
Científicos de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (FFyB) y Conicet desarrollaron una biotinta que contiene aceite de cannabis para impresión 3D que puede ser utilizada en la regeneración de tejidos o restauración de órganos dañado, lo que constituye una novedad a nivel mundial por la utilización del derivado de esta planta que contiene propiedades antimicrobianas y antioxidantes entre otros beneficios, además de ser biocompatible.
El desarrollo fue publicado recientemente en una edición especial de la revista Polymers sobre "Aplicaciones Biomédicas del Hidrogel Inteligente" y es una respuesta a la creciente necesidad médica de nuevos materiales que puedan reemplazar órganos dañados, mejorar la cicatrización de heridas críticas o proporcionar el entorno necesario para la formación de un nuevo tejido sano.
"La biotinta que desarrollamos consiste en la combinación de gelatina, que es colágeno hidrolizado, junto con alginato de sodio, el cual está presente en la pared celular de las algas. Esta combinación nos permitió desarrollar una biotinta con la cual podemos imprimir estructuras que diseñamos previamente en nuestras computadoras", explicó a Télam Martín Desimone, miembro del Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco (IQUIMEFA) de la FFyB y Conicet.
El investigador, docente Titular de la cátedra de Química Analítica Instrumental en la FFyB, destacó que el material logrado es "biocompatible y con una gran capacidad de absorber principios activos".
Desimone describió que "la biotinta lograda fue usada para obtener andamios, es decir soportes en los cuales se puede adherir y hacer crecer las células, mediante bioimpresión 3D, una tecnología sumamente novedosa a nivel mundial y que se postula como candidata a mejorar la biomedicina actualmente conocida, potenciar desarrollos y dar lugar a nuevos productos y tratamientos".
"Estos soportes fueron utilizadas para absorber aceite de cannabis y es aquí donde la pregunta sería ¿por qué elegimos al cannabis sativa para este desarrollo? Y la respuesta está basada en que divisamos dos grandes razones. La primera es que actualmente es ampliamente conocido que los cannabinoides pueden presentar actividad antiinflamatoria, analgésica, antioxidante, antiemética, ansiolítica, inmunomoduladora, neuroprotectora, antibacterial o sedativa", señaló.
Y continuó: "La segunda razón, se basa en el hecho de que en los aceites se encuentran otras moléculas como terpenos y flavonoides que en conjunto generan una sinergia medicinal, es decir que pueden tener un efecto superior al alcanzado por cada una de las moléculas en forma individual".
En este sentido, Desimone y su equipo consideraron que las formulaciones con cannabis "tienen mucha potencialidad al punto de que la imaginamos como el nuevo aloe vera y veremos en el corto o mediano plazo muchos productos con derivados de cannabis".
El investigador destacó, además, el trabajo colectivo para llegar a esta biotinta: "El proceso fue muy interesante y enriquecedor; todo comenzó en 2021 cuando, como parte de la tesis doctoral de Pablo Antezana, decidimos combinar el aceite de cannabis con biomateriales a base de colágeno, lo que dio lugar a un trabajo que publicamos en una revista internacional sobre la especialidad", recordó.
El grupo de investigación decidió utilizar el compuesto en combinación con la tecnología de impresión 3D y aprovecharon que Antezana hizo una estadía de tres meses bajo la codirección del Gorka Orive en Vitoria-Gasteiz, España, para desarrollar lo que sería la biotinta.
"A su regreso a la Argentina junto con Sofia Municoy y bajo mi dirección completamos el desarrollo con la incorporación del aceite y realizando pruebas para confirmar las funciones del andamio", describió Desimone.
Estas pruebas consistieron en liofilizar (un tipo de deshidratación) los soportes impresos con la biotinta. "Después de este procedimiento fue interesante observar que los andamios mantuvieron su estructura y dimensiones. Como resultado de esto, se puede concluir que los andamios podrían ser impresos, liofilizados y luego, en el momento de su uso, rehidratados y/o impregnados con moléculas terapéuticas. Esto permitiría una acción multifuncional para su aplicación dérmica", describió el trabajo publicado.
"A nivel mundial este desarrollo es sumamente novedoso ya que combina compuestos que resultan interesantes (gelatina, alginato de sodio y aceite de cannabis) junto con la tecnología de bioimpresión 3D", destacó Desimone.
Y en ese contexto, concluyó que el producto obtenido "tiene un gran potencial en el mercado para la aplicación en heridas dérmicas ya que permitirá ayudar a la cicatrización mientras evite que la misma se infecte y a su vez mejoraría el tratamiento con sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias".