La Fundación Baylor Argentina superó los 4.000 controles visuales realizados a niños y niñas de Añelo, Rincón de los Sauces y el barrio Ciudad Industrial, en la ciudad de Neuquén. Hoy, durante la entrega de 65 nuevos lentes a alumnos y alumnas de la escuela 335 de Rincón de los Sauces, la Fundación -gracias al apoyo de Chevron y Tecpetrol y en articulación con el Municipio, el hospital local y el Ministerio de Salud- compartió una foto simbólica para celebrar el alcance del programa de Salud Visual.
“Estos logros no hacen más que comprometernos a redoblar esfuerzos para trabajar en pos de la salud y el bienestar de los niños y niñas y sus familias. Es un trabajo articulado y en conjunto que nos permite brindar esta solución tan importante para los chicos y chicas que reciben esta atención y sus lentes, lo que permitirá una notable mejora en su calidad de vida”, aseguró María Agustina Pérez, directora ejecutiva de la Fundación Baylor Argentina.
Por su parte, la ministra de Salud, Andrea Peve, destacó: “Estamos muy contentos de poder seguir trabajando articuladamente con la Fundación y estos cuatro mil controles visuales realizados a niños y niñas de Rincón de los Sauces, Añelo y Parque Industrial de la ciudad de Neuquén dan cuenta de la importancia de ello. Esto nos permite seguir fortaleciendo el trabajo territorial y permanente que se realiza desde el Sistema de Salud de la provincia para mejorar la calidad de vida de cada neuquino y neuquina”.
Desde 2018, el programa de Salud Ocular que la Fundación Baylor Argentina realiza en Rincón de los Sauces, Añelo y Ciudad Industrial en Neuquén ya realizó 4.389 controles visuales a niños y niñas.
El programa forma parte del plan de acción que la Fundación Baylor -gracias al apoyo de su socio fundador Chevron y el aporte de Tecpetrol- desarrolla con el objetivo de detectar patologías a tiempo. El control de vista pediátrico es una herramienta esencial para la detección temprana y la prevención de pérdida de visión en niños.
“La visión es un sentido muy importante en el desarrollo de la personalidad de un niño, la imagen de sí mismo y los vínculos sociales. Desde el aspecto físico, la maduración del órgano de la visión alcanza su grado máximo de desarrollo alrededor de los 8 años, por lo cual la detección temprana de problemas visuales permite su corrección y mejora las condiciones de aprendizaje”, indicó Andrea Imsen, pediatra de la Fundación Baylor Argentina. Y agregó: “Los problemas visuales no diagnosticados son una de las principales causas de fracaso escolar”.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 15 y el 20% de los niños en edad preescolar tendrán dificultades que, de no ser tratadas, podrían interferir con el adecuado desarrollo de la agudeza visual y el desarrollo intelectual. Además, los controles permiten detectar en forma temprana síntomas de reducción de la visión o situaciones aún más graves. El programa de la Fundación busca reforzar estrategias de prevención y detección temprana de problemas visuales como la miopía, la retinopatía o las cataratas, siguiendo las recomendaciones actuales de la OMS.