Angélica Alvarez es abuela. Por cosas de la vida no puede ver a sus nietos y una discrepancia con la mamá de los chicos dio lugar a una perimetral. Pero nunca imaginó lo que le iba a suceder después: le llevó unos regalos a los nietos a la escuela donde concurren y, aunque ni siquiera vio a las criaturas, la citaron a la comisaría del Menor y la Mujer donde se presentó voluntariamente y la detuvieron por violar la perimetral. Pero no terminó allí: la subieron a un patrullero y la trasladaron a la U16, la cárcel de Mujeres de Neuquén capital, donde la tuvieron durante 3 días en un calabozo.
La mujer contó lo sucedido en un video que hizo público. "Soy Angélica Alvarez, abuela de la ciudad de Zapala impedida del vínculo con mis nietos desde el día 14 de enero... el día 17 (de agosto) me llega una citación a mi domicilio para hacerme presente el día 18, a partir de las 10 de la mañana en la comisaría del Menor y la Mujer. Me presenté y me dijeron que a partir de ese momento quedaba detenida por violar una perimetral, que fue llevarles unos regalos a mis nietos a la escuela, que ni siquiera los ví", explicó.
"Diez y media me subieron a un patrullero y me llevaron a la Unidad de Detención N° 16 de Neuquén. La jueza de familia de Zapala me encarceló de forma arbitraria, sin darme derecho a defenderme ni escucharme. Sin darme la posibilidad de un abogado defensor, sin la posibilidad de hacer un descargo. Aplicó la peor de las sanciones que es la cárcel. Yo no era presa con condena, en todo caso me hubiera arrestado o detenido", señaló.
"Yo se que el incumplimiento de una orden judicial tiene como sanción un arresto. Pero no un encarcelamiento. Es el último de los ítems. Debieron optar por una multa, o una prisión domiciliaria. De última dejarme en la ciudad de Zapala haciendo algo, porque soy una persona de 56 años que tengo problemas de salud. No les importó", detalló.
"Mi único error fue haberle llevado el regalo a los nenes a la escuela. Pero yo no cometí ningún delito. No soy una delincuente. Me encarcelaron 3 días. Uno no sabe lo que es estar presa hasta que cierran esas rejas. Incomunicada, sin mi ropa. El tratamiento que le dan a una presa sin condena", dijo.
"Por qué señora jueza conmigo?. ¿Qué hice?¿qué malo hice? Cometí un delito tan grande que es el amor por mis nietos. La desesperación de verlos. Sufro todos los días, pero no era justo que me hagan esto", consideró.
Este medio dialogó con Angélica Alvarez y admitió que conocía la existencia de la perimetral. Su reclamo es porque considera desmedido el encarcelamiento en una unidad de detención a 170 kilómetros de su ciudad.