Por: Rubén “Conejo” López, junio de 1996.
Seis días que quedarán imborrables en la memoria y en el corazón de todos los habitantes de Cutral Co y Plaza Huincul. Una gesta de rebelión contra la inmoralidad. Un ejemplo para distinguir lo legítimo de lo legal. Un triunfo del pueblo y pueblo en el diccionario significa: “Gente Humilde”. Un triunfo de la gente humilde. Un reafirmar de la democracia, que volviendo al “mataburros” expresa “Autoridad del Pueblo” y la autoridad la tuvo el pueblo.
Una muestra a nuestros dirigentes para que miren el fuego de las gomas y su vista no se pierda en el humo que emanan las mismas. El humo y el olor deben quedar impregnados en sus fosas nasales para recordar lo acontecido y no se repita nunca más.
Un reproche por acusarnos de delincuentes por el corte de ruta, cuando en realidad se trataba del peaje que le estábamos cobrando y reclamando a la injusticia, la mentira y la soberbia y que debía cancelarse con la verdad, la responsabilidad y la justicia.
Un reconocimiento al valor, al fervor, a la paciencia, al sentido común de los vecinos que nunca abandonaron “los piquetes” y que utilizando la inteligencia en todo momento, midiendo al milímetro y analizando con el corazón caliente pero con la cabeza muy fría, coordinaron a la perfección cada movimiento y cada estrategia.
Otro muy grande, para nuestros “viejitos”, que nuevamente poniendo todo a más no poder al servicio de sus hijos, nietos, hermanos y vecinos, no preguntaron a quién cuando se trataba de hacer el bien. “Una masa los Jubilados”.
Un tirón de orejas a los comerciantes, que si bien estuvieron acompañando y colaborando en todo momento, mostraron signos de desprolijidad y desunión. Muchachos es una buena oportunidad para juntarse a reflexionar. El camino está trazado, las pautas las va a determinar el pueblo con la compañía de los dirigentes, pero no arriba sino a la par, codo a codo.
La salida de Cutral Co y Plaza Huincul no termina en la torre, todo lo contrario, allí comienza y en el regreso a casa: la pausa para pensar que todos los pueblos del mundo que se cayeron, se levantaron con producción y con servicios.
Para los que quisieron que viéramos colores dentro de la pueblada, se olvidaron que el pueblo es “daltónico” y no distingue otro color que el de la humildad, que es incoloro.
Le regalamos al País una postal de la realidad y justamente hubo que poner algo que tiene que ver con los colores blanco y amarillo, por si alguien quiere sentirse identificado.
Para la gente de los medios de comunicación, que hicieron un trabajo cinco barra cinco sin desperdicios, arengando permanentemente a que la paz fuese la reina y contándole al mundo lo que nos estaba pasando sin ocultar un solo detalle. En la aceituna histórica se fumó la pipa de la paz. El carozo en ésta oportunidad fue la jueza federal Margarita Gudiño de Arguelles. Ovarios destacados y un GRACIAS gigante.
Con la sumatoria de lo dicho, más la grandeza de nuestra hermosa juventud, es imposible no salir de ésta agonía. “Cutral Co y Plaza Huincul vuelven, si DIOS quiere.
Este pequeño aporte, que forma parte de uno de los capítulos del libro DALE CUTRAL CONTAME OTRA HISTORIA, debiera estar instalado en la bibliografía nacional, para que los chicos de todo el País estudien esta rebelión, que gracias a Dios terminó de manera pacífica.
Este relato ampliado y acompañado con aportes de testigos vivientes, con fotos y videos que certifiquen esta proeza que le demostró al mundo, que dos pueblos cuasi desconocidos inclusive por la mayoría de los ciudadanos de su propio país, patentaron la rebeldía y le cobraron peaje a la injusticia, solamente fortalecidos por la unión de sus habitantes, la bronca contenida y un coraje a prueba de balas, que lograron blindar el futuro de varias generaciones, aunque hay que reconocer que hoy a 26 años de esa conquista, muchos de nuestros propios chicos no conocen la verdadera historia.
Lo dedico especialmente a la memoria de los más de 20.000 vecinos que aquel 26 de junio de 1996, plantados en la ruta 22 cantaron el himno nacional más fuerte que nunca en sus vidas y dejo un suspiro de mi propia memoria para recordar a un par de personajes que han impedido que el libro DALE CUTRAL CONTAME OTRA HISTORIA, no esté físicamente entre nosotros para ser parte de una campaña solidaria como lo había soñado, pero seguramente por mi edad o porque no valen la pena mencionarlos, ya olvidé sus nombres.