Un chiquito de apenas 2 años de edad sufrió la amputación de su mano a raíz de las heridas que presentaba y que eran compatibles con la mordedura que de una persona. La madre lo llevó al Hospital de Niños y afirmó que lo había atacado un perro, por lo cual se convirtió en principal sospechosa.
El chiquito tenía huellas de otros golpes y lesiones en el cuerpo, por lo que los especialistas activaron el protocolo de violencia doméstica y dieron aviso a las autoridades.
El niño perdió su mano y sigue internado en el Hospital de la capital cordobesa, mientras que sus padres esperan ser indagados por la justicia.