Puede ser una imagen de una persona y de pie

Este 6 de marzo se cumplen 28 años del homicidio del soldado Omar Carrasco, el chico de Cutral Co al que le quitaron la vida absurda y salvajemente. Una semana después de la aparición del cuerpo, en los círculos políticos ya se hablaba de la derogación de la ley número 3.948, que establecía el servicio militar obligatorio, lo que se concretó en septiembre de 1994.

El 3 de marzo de 1994 Omar Carrasco dejó su casa de Cutral Co para sumarse al grupo de Artillería 161, en Zapala. Tenía 19 años. EL 6 de marzo ocurrió el asesinato pero su cuerpo apareció varios días después.

Un año antes, en el sorteo de la clase 74, Omar sacó un número alto y debía hacer la "colimba". El Servicio Militar Obligatorio había comenzado en 1.902. A 15 días de haber ingresado en el Ejército y después de dos de haber ido a visitarlo y no encontrarlo, Francisco Carrasco hizo la denuncia por la desaparición de su hijo. Todo Cutral Co se puso a buscar a Omar.

El cuerpo de Omar apareció a 700 metros del edificio del cuartel, con el torso desnudo y un pantalón varios talles más grande. Su ojo izquierdo, reventado. Junto al cadáver había unos borceguíes, una camisa y un reloj que los padres reconocieron: estaba roto y no indicaba ni hora ni día. Era el segundo rastrillaje que se hacía: en el primero, que pasó por ese mismo sitio, no encontraron nada.

Omar era evangelista. En los tres días que vivió en el cuartel tuvo un solo amigo. Junto a Juan Sebastián Castro leía la Biblia.

La autopsia arrojó que Omar Carrasco murió de un golpe en el pecho. Pero el médico legista de la Policía Federal, Alberto Brailovski, señaló por un estudio posterior que, tras la golpiza Omar vivió entre 48 y 60 horas, en las cuales fue atendido en el hospital del cuartel y murió por un mal diagnóstico y un peor tratamiento, que le produjeron una hemorragia interna y una contusión pulmonar que produjo una insuficiencia respiratoria.

El 31 de enero de 1996 el teniente Ignacio Canevaro fue condenado a 15 años de prisión, Cristian Suárez y Víctor Salazar, a 10, en tanto que el sargento Carlos Sánchez, fue condenado a 3 años por encubrimiento.