La situación planteada en el CPEM 51 no es distinta a la de muchas otras escuelas: el ciclo lectivo 2020 estuvo limitado por un sinfín de problemas y carencias como la conectividad. Aunque al respecto hay distintos diagnósticos, se admite que fue un año escolar limitado y la aparición de muchos chicos “en proceso” parece confirmar esa percepción.

El caso es que, hasta ahora, el debate sobre qué hacer con el 2020 se había postergado pero llegado el fin del ciclo escolar 2021 es necesario cerrar notas y como son dos ciclos unificados (de continuidad pedagógica), surge un problema que no se puede esquivar: la aprobación de los contenidos 2020 para poder aprobar los que siguen, es decir los del 2021.

La propuesta del CPEM 51 podría ser una respuesta “histórica” para los pibes: dar clases los sábados o sumar horas diarias o ambas, en los casos que sea necesario.

En otras palabras, recuperar contenidos con días de clase sumando el esfuerzo de los docentes, alumnos y el propio Estado. Sería por un plazo aproximado de algo más de un mes calendario, desde mediados de octubre hasta cerca del 29 de noviembre.

Claro que aquí deben conjugarse voluntades individuales de docentes, de los gremios y del estado provincial que debe afrontar el pago de esas “horas extras”. ¿Sucederá?, o asistiremos a otro debate sobre la defensa de la educación sin dictar clases.