La Voz dialogó con un trabajador del EPAS que opera la planta de Buena Esperanza quien contó que "no hay bajante, pero el río no ha subido. En esta fecha, en esta época en años anteriores, el río venía por arriba de las compuertas y de un espigón que se hizo cuando había sequía y hoy no viene ni por arriba de las compuertas ni por arriba del espigón". (Foto Archivo.- El espigón y las compuertas)
Con las temperaturas que hubo las últimas semanas y el aceleramiento de los deshielos, el río Neuquén debería tener buen caudal de agua. Sin embargo, el panorama que describe el trabajador del EPAS es coincidente con el pedido de la AIC de declarar la emergencia hídrica.
En años anteriores, la bajante del río se hizo notorio en febrero o marzo cuando hubo cortes del suministro. “Este año da la sensación que en noviembre-diciembre ya va a estar complicado”, dijo el trabajador del organismo provincial que hace unos 15 años que presta servicios en Buena Esperanza y observa el comportamiento del Neuquén.