En la mayoría de los nueve departamentos bolivianos, la ocupación de las unidades de cuidados intensivos supera el 90%.
Las autoridades de La Paz declararon este miércoles el estado de emergencia a causa del sostenido aumento de contagios de coronavirus y anunciaron que el próximo viernes definirán medidas adicionales contra la pandemia, cuya tercera ola puso al borde del colapso a la mayoría de los hospitales de Bolivia.
"La tercera ola está cada vez más fuerte y se prolongará hasta el invierno, por lo menos hasta julio, lo que podría sobrepasar la capacidad de terapia intensiva de los hospitales", alertó en rueda de prensa el jefe de Epidemiologia del departamento de La Paz, Mayber Aparicio.
La emergencia anunciada en el departamento donde está instalado el Gobierno nacional se sumó a declaraciones similares surgidas en la última semana de otras regiones, entre ellas Santa Cruz, de lejos la más afectada del país por cantidad de infectados y muertes.
Aparicio añadió que el gobernador regional Santos Quispe llamó a una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) en el que participan también los alcaldes de La Paz y de la vecina El Alto para adoptar un plan de contención de los contagios y el fortalecimiento hospitalario.
La actual ola de enfermos alcanzó su pico máximo ayer, con 2.617 nuevos casos, lo que incrementó a 337.441 el total acumulado desde el inicio del flagelo en marzo del año pasado.
Los 69 decesos del martes marcaron también el máximo diario, para hacer un total de 13.635, según el último reporte oficial difundido por la prensa local y la agencia de noticias Sputnik.
En la mayoría de los nueve departamentos, la ocupación de las unidades de cuidados intensivos superaba el 90%, según informes de las autoridades regionales de salud, que advirtieron sobre el agotamiento de las provisiones de oxígeno y medicamentos esenciales.
El Gobierno nacional, que atribuye parte del aumento de contagios a una fuerte suba de las pruebas de detección en comparación con lo que ocurría un año antes, anunció planes extraordinarios de dotación de insumos a los hospitales, incluso a los que están bajo la tutela de los ejecutivos regionales.
Aparicio dijo que la saturación hospitalaria podría tornarse catastrófica en las próximas semanas si no se reduce el ritmo de infectados, ante el advenimiento de enfermedades típicas del invierno, en especial variedades de influenza, un tipo de gripe viral con elevado índice de mortalidad.
"La prolongación de la tercera ola evidentemente se traduce en presión en el sistema de salud y los hospitales van a tener internados en terapia intensiva un mayor tiempo", previno el galeno.
En otro frente del combate contra la peste, el Gobierno decidió ampliar la vacunación general a por lo menos diez horas diarias, incluidos los fines de semana.
Según el Ministerio de Salud, hasta este miércoles habían sido aplicadas 1.194.572 vacunas, de las cuales 902.833 fueron primeras dosis.