La comunidad de Centenario, Neuquén, se encuentra conmocionada tras la desaparición de Thiago, un adolescente de 13 años, arrastrado por la fuerte corriente del río Neuquén en la tarde del lunes. Las operaciones de rastrillaje, suspendidas anoche por la escasa visibilidad, fueron retomadas con intensidad a primera hora de este martes, con la participación de Bomberos y efectivos policiales.
La tragedia en el agua
El incidente ocurrió alrededor de las 19:45 horas en un sector no habilitado para bañistas cercano a los loteos Sommadossi y Primera Terra, en el barrio Nueva España. Thiago estaba disfrutando de la tarde junto a su familia, preparándose para retirarse, cuando la situación se desencadenó de forma repentina.
Nilda Díaz, tía del joven y testigo presencial, relató la dramática velocidad de los hechos: "Pasó muy rápido... Empezó a gritar la gente, salimos corriendo, no sabíamos qué había pasado... y era mi sobrino", detalló en diálogo con Radio 7. La familia, que planeaba dejar el lugar minutos después, vive un momento de profundo shock ante la inmediatez de la tragedia.
Una madrugada de angustia a orillas del río
La búsqueda oficial se inició el lunes con tareas preliminares de la Comisaría 20 y la Quinta, pero la inminente llegada de la noche obligó a paralizar las maniobras más complejas.
La angustia de la familia se refleja en el gesto de la madre de Thiago, quien pasó la noche a la intemperie en la ribera del río, negándose a abandonar el lugar hasta tener novedades. La familia, originaria de Paraguay y residente en Neuquén hace siete años, se encuentra en una situación de total desesperación.
El desafío de la búsqueda y el llamamiento de la familia
Desde el amanecer, un equipo integrado por buzos tácticos y una lancha de Bomberos y Policía reanudó el barrido del cauce. Sin embargo, familiares, como Liliana, otra tía de Thiago, manifestaron su preocupación por el escaso número de personal de rescate disponible en las primeras horas del martes.
"Son muy pocos. Nosotros necesitamos que más gente se una a la desesperada búsqueda", fue el pedido urgente de Liliana a la comunidad y a las autoridades.
La dificultad del operativo radica en las condiciones peligrosas del sector del río, conocido por sus profundos pozones y la presencia de restos de arboledas sumergidas, que han sido arrastradas por crecidas anteriores. A pesar de que la zona carece de servicio de guardavidas y no es apta para nadar, la jornada de calor había convocado a numerosas familias al lugar.
