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Una víbora apareció en la calle Misiones del barrio Otaño, un sector cercano a zonas descampadas donde la urbanización disputa espacios con la fauna autóctona y silvestre.

Podría tratarse una Yarará ñata. Se trata de una víbora que tiene como una especie de rombos en su lomo y la cara, con nariz respingada y cabeza triangular. Su hábitat es la zona árida y suele esconderse en pajonales, en la arena y ha llegado a los patios por la remoción de terrenos. No es una víbora agresiva, pero tiene una zona de defensa donde puede ser peligrosa. No suelen ponerse en actitud defensiva, aunque poseen un instinto de defensa si las personas se acercan demasiado y la víbora siente el peligro de ser pisada o agredida.

La mordedura "es muy pequeña porque es una yarará que tiene muy poca amplitud bucal, por lo tanto generalmente muerde los dedos de los pies, de la mano o la zona del talón de aquiles, no le da la boca para morder en muchas otras zonas del cuerpo", señalaron profesionales médicos.