Cutral Co: camión perdió el control y chocó un paredón - La Voz del Neuquén
Pasado más de un mes del incidente, Roberto Mardones, propietario de una ferretería ubicada en calle San Juan Bosco de Cutral Co, volvió a denunciar públicamente la falta de respuesta y la indiferencia tanto de la empresa contratada por el municipio como de las autoridades locales, luego de que un camión impactara y destrozara el portón de su negocio.

El accidente, protagonizado por un vehículo que prestaba servicios al municipio, dejó daños materiales en la propiedad y, según el relato de Mardones, una profunda frustración por el trato posterior.

Inacción y promesas incumplidas

El damnificado relató que, si bien los dueños del camión se acercaron en un primer momento, la solución nunca llegó. "La gente dueña del camión vino, dijeron que volvían y estamos a 4 de diciembre y no aparecieron más", expresó Mardones, visiblemente molesto. "Tengo mucha bronca por la falta de palabra y respeto de esta gente, tanto de ellos como del muchacho que chocó el paredón", agregó.

El comerciante lamentó tener que esperar por una solución y confirmó que se vio obligado a formalizar su reclamo: "Lamentablemente tuve que hacer una nota para que me den una solución, porque yo no puedo seguir esperando. Se entregó esta mañana en el municipio."

La indignación de Mardones se acrecentó luego de que comentarios en redes sociales lo señalaran como "agresivo" tras el incidente, algo que él desmiente categóricamente y atribuye a la visible preocupación por el daño inminente a su negocio.

Al ser consultado sobre su actitud ese día, explicó su reacción ante las preguntas sobre los ocupantes del camión: "Yo estaba atendiendo a un cliente, se acercó una persona y me preguntó solamente por los damnificados... no estaba con cara de bueno, voy a decir la verdad, está a la vista, no puedo tener una cara de sonriente porque casi me voltean el negocio, soy realista."

Mardones detalló que, por precaución, no interfirió con el personal de salud ni la policía, pues creyó inicialmente que los ocupantes habían sufrido una descompensación cardíaca.

"No le consulté a los damnificados nada porque yo pensé que le había dado una descompensación como estaban en el suelo... Después me enteré que había sido un golpe que tenía en la cabeza", sostuvo.

El propietario de la ferretería fue enfático al dirigir su reclamo a las partes responsables, exigiéndoles un encuentro cara a cara en lugar de excusas telefónicas. "Dicen que hay muchos que quieren aclarar que hubieran llamado por teléfono. Yo no tengo por qué llamar por teléfono, tienen que acercarse acá, a hablar conmigo", sentenció.

La postura de Mardones es clara: "Yo lo que quiero es que me solucionen el problema de la casa. Porque yo no hice nada, a mí me dañaron." El comerciante sigue esperando una respuesta concreta y una solución al daño material ocasionado a su propiedad.