El Gobierno nacional anunció el lanzamiento oficial de AlertAR, un nuevo Sistema de Alerta Temprana diseñado para enviar notificaciones urgentes sobre emergencias climáticas, desastres naturales o situaciones de seguridad directamente a los teléfonos móviles en zonas geográficas específicas. La tecnología promete revolucionar la comunicación oficial en momentos críticos.
El proyecto, financiado con una inversión de $12.000 millones provenientes del Fondo del Servicio Universal, es impulsado por el ENACOM y el Ministerio de Seguridad, con la meta de modernizar las políticas de prevención y protección ciudadana. Aunque no se ha especificado la fecha de inicio de operaciones, su presentación marca un avance
tecnológico significativo en seguridad pública.
La tecnología detrás de la inmediatez: Cell Broadcasting
La clave de AlertAR reside en el uso de Cell Broadcasting (CB), un estándar de comunicación globalmente utilizado. Este sistema permite a las antenas de telefonía emitir un único mensaje que es recibido de forma simultánea e inmediata por todos los dispositivos encendidos y con señal dentro de una celda específica.
Lo más notable es su eficacia y respeto por la privacidad:
·Recepción prioritaria: La alerta es capaz de interrumpir incluso llamadas en curso y debe ser leída por el usuario antes de cerrarse.
·Funciona con redes saturadas: Recibe el aviso al instante, incluso si las redes de telefonía están congestionadas.
·Privacidad total: No requiere registro previo, apps, datos móviles, GPS, ni recopila ningún tipo de información personal o ubicación del usuario.
·Compatibilidad universal: Opera en cualquier red (2G a 5G) y con cualquier compañía de telefonía móvil.
Usos previstos y rol de seguridad
Cuando el Ministerio de Seguridad detecte un evento de riesgo (como tormentas severas, amenazas naturales o situaciones de seguridad pública), actuará como operador principal, coordinando con las empresas de telecomunicaciones para emitir la alerta por CB.
Según el Gobierno, AlertAR permitirá una reacción con mayor rapidez ante eventos críticos, mejorando la capacidad estatal de respuesta y reduciendo el tiempo de exposición de la población a situaciones de peligro.
