El Museo Carmen Funes atesora una antigua torre petrolera de madera. Esas fueron de las primeras que se utilizaron en la industria hidrocarburífera y son, realmente, una reliquia.
El caso es que estaba en el patio del Carmen Funes, con el sol y la lluvia la base se pudrió y los vientos recientes, hicieron el resto. La torre se quebró y se vino al piso.
Coco Briceño, de los veteranos Ypefianos hacía algunos años que venía pidiendo que la torre se instalara junto a la Casa de la Historia de la agrupación. Pero quedó en el museo. Ahora, Briceño al ver los daños que afectaron la estructura, se ofreció para hacer la reparación.
“Está para rezago pero nosotros podemos repararla, restaurarla sin problemas”, señaló.
