Las terminales reportan una baja interanual de casi el 10% en fabricación, con el frente externo como principal preocupación.
La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) difundió su reporte de actividad correspondiente a octubre, revelando un freno en el sector. La producción total de vehículos alcanzó las 47.204 unidades, lo que representa una contracción del 9,9% en comparación con el mismo mes del año 2024. Pese a la fuerte baja interanual, el volumen de fabricación mostró una ligera mejoría del 0,2% respecto a septiembre.
El panorama se torna más complejo al analizar el desempeño del comercio exterior. Las exportaciones automotrices experimentaron un notable retroceso del 17,6% en relación con octubre del año pasado.
Martín Zuppi, presidente de ADEFA, calificó la situación del mercado internacional como un “desafío estratégico” para el futuro inmediato de la industria. El sector, con una alta dependencia de los mercados externos, enfrenta ahora la presión de la menor competitividad de sus productos y la dificultad para asegurar nuevos destinos de venta. Zuppi advirtió que este escenario está impactando directamente en los planes de producción de las terminales, generando inquietud sobre la posible afectación de los niveles de empleo.
Señales de desaceleración y efectos de la incertidumbre económica
La preocupación gremial y empresaria se agrava con los indicios de desaceleración en varias plantas. Recientemente, Nissan interrumpió su producción en el país, lo que derivó en una reducción en el total de vehículos fabricados y tuvo un efecto inmediato sobre el personal de la firma. Asimismo, otras grandes automotrices como Volkswagen y Renault han disminuido su ritmo operativo mientras aguardan la confirmación de nuevos proyectos, cuya activación se proyecta recién para el año 2026.
El entorno macroeconómico también jugó un papel clave. La incertidumbre política derivada del proceso electoral y el incremento en el valor del dólar actuaron como un freno para el consumo interno. Si bien la venta de vehículos a través de concesionarios (patentamientos) experimentó un crecimiento interanual del 17%, el sector estima que esta suba podría haber sido más vigorosa de no mediar la cautela generalizada por la coyuntura política.
Fuentes internas del sector anticipan que la doble presión —baja en las exportaciones y la menor producción— podría traducirse en la implementación de ajustes temporales y suspensiones de personal en las fábricas, especialmente si el mercado global no muestra signos de recuperación en los próximos meses. Aunque las terminales buscan alternativas para sostener la actividad sin impactar drásticamente el empleo, el horizonte cercano se percibe como incierto.
El balance anual se mantiene positivo, a pesar de la alerta
Pese a la caída registrada en octubre, el balance acumulado entre enero y el décimo mes del año es favorable. El sector fabricó 426.447 unidades, lo que representa un aumento del 2,8% en comparación con el mismo lapso de 2024. Además, las ventas a concesionarios alcanzaron los 500.021 vehículos, una expansión del 55,4% interanual.
La atención, sin embargo, se centra en la capacidad de mantener el impulso industrial ante un panorama de menor demanda internacional y presiones internas.
