Imagen
Un informe del sindicato ATE INDEC advierte que el ingreso mínimo que una familia tipo necesita para no ser pobre es de $1.939.698 mensuales. Este monto, muy superior a las cifras oficiales, representa el salario de referencia que, según el gremio, ningún trabajador debería percibir por debajo para cubrir sus necesidades básicas.

De acuerdo con el análisis, el costo de la canasta alimentaria mínima se sitúa en $662.423, mientras que el resto de los gastos esenciales, como vivienda y servicios, asciende a $1.277.725. El estudio subraya que esta cifra es considerablemente más alta que el valor de la canasta de pobreza utilizada por el INDEC, que en agosto de 2025 se estimó en $1.160.780.

Erosión del poder adquisitivo y reclamos gremiales

El informe hace hincapié en el deterioro del poder de compra desde la llegada al poder del actual gobierno. La inflación acumulada ha alcanzado el 226,5%, provocando una pérdida del 27% en el salario de referencia de un trabajador de la administración pública. El documento también señala que la situación es crítica para los trabajadores monotributistas, que han acumulado una pérdida de $5.202.036 en los últimos 92 meses, lo que equivale a casi nueve salarios.

Ante este panorama, el gremio ha presentado un pliego de exigencias al Gobierno:

·Un aumento salarial de emergencia del 118% en un solo pago.

·La reapertura inmediata de las negociaciones paritarias, sin techo ni restricciones.

·Un bono mensual de $180.000 para todos los trabajadores.

·El pase a planta permanente del personal contratado.

·La reincorporación de los trabajadores despedidos y el fin de los ceses.

·Asegurar que los salarios y las jubilaciones superen la línea de pobreza.

El sindicato concluye que la caída del poder de compra y el descontento generalizado se convertirán en un motor de movilización social en las calles, exigiendo medidas urgentes para revertir el deterioro de las condiciones de vida.