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El lunes 29 de septiembre será un día atípico para el comercio en Argentina. Los grandes centros de compras, incluyendo supermercados, hipermercados y shoppings, permanecerán cerrados debido al Día del Empleado de Comercio, un feriado que paraliza a uno de los sectores más importantes de la economía.

La jornada, que se celebra por ley cada 26 de septiembre pero fue trasladada este año por un acuerdo entre sindicatos y cámaras empresarias, tiene un impacto directo en los hábitos de consumo. Si bien los "comercios de cercanía", muchos de ellos atendidos por sus dueños, no se verán afectados, la medida afectará a las grandes superficies que rara vez cierran, salvo en feriados muy específicos como el 1 de mayo o el 25 de diciembre.

El origen de la conmemoración se remonta a la ley de 1934 que reguló las relaciones de trabajo en el sector, y su estatus de feriado fue institucionalizado en 2009. El cierre masivo de las grandes tiendas es el resultado de un acuerdo paritario, que recientemente incluyó un incremento del 6% y una suma fija de $40.000 mensuales, una medida que muestra la importancia de las negociaciones colectivas en el sector.