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Un nuevo relevamiento nacional de Inquilinos Agrupados revela un panorama alarmante para los hogares argentinos: el 67% destina entre el 30% y el 50% de sus ingresos al pago del alquiler. La Encuesta Nacional Inquilina de junio de 2025, que consultó a 909 hogares inquilinos en todo el país, evidencia una "situación de extrema gravedad social", según Gervasio Muñoz, presidente de la organización.

Los datos son contundentes: un 14% de los hogares ya gasta más del 60% de sus ingresos en alquiler, una cifra que asciende al 49% en el caso de los jubilados. Esta presión económica se traduce en un endeudamiento estructural, con el 72% de los hogares declarando estar endeudados. Las principales causas son el uso de tarjetas de crédito (56%), la compra de alimentos (44%), y los gastos de alquiler (32%) y salud (32%).

Ajustes semestrales y miedo a no poder pagar

Para afrontar estos gastos, las familias se ven obligadas a realizar recortes significativos. El 66% redujo su gasto en alimentos, el 53% recortó en salud y un abrumador 94% dejó de salir o realizar actividades recreativas.

La situación se agrava con las modalidades de actualización de los alquileres. En el 78% de los casos, los aumentos se realizan cada seis meses. El 55% de los contratos se ajusta por inflación (IPC), mientras que solo el 16% lo hace anualmente, una práctica que era más común antes de la derogación de la Ley de Alquileres.

El temor a futuro es palpable: el 89% de los consultados teme no poder afrontar el pago del alquiler en los próximos meses. "La situación es insostenible y no hay políticas estatales que contengan la emergencia habitacional que estamos viviendo”, advirtió Muñoz, destacando la urgencia de una intervención estatal.