Un accidente de tránsito sacudió la tranquilidad de la mañana del jueves en la intersección de las calles Richieri y Bahía Blanca de Neuquén capital. El siniestro, que tuvo lugar alrededor de las seis de la mañana, dejó cuantiosos daños materiales y una escena que, por fortuna, no terminó en tragedia.
Los protagonistas del choque, un Peugeot 208 negro de último modelo y un Volkswagen Gol rojo, impactaron de lleno en un cruce regulado por semáforos. La violencia de la colisión proyectó a uno de los vehículos directamente hacia un local comercial, mientras que el otro, por una maniobra providencial, evitó destrozos mayores en las edificaciones aledañas.
El Peugeot 208, que circulaba por Bahía Blanca, tras el impacto, subió a la vereda, derribó postes de luz y se incrustó en lo que parecía ser una casa de venta de autos. Impactó contra una columna y, finalmente, la inercia lo devolvió a la calle, completamente destrozado. Milagrosamente, no alcanzó a dañar los vehículos en venta en la concesionaria.
Por su parte, la conductora del Volkswagen Gol, que transitaba por Richieri, al ver el otro auto encima, atinó a volantear y se desvió por Bahía Blanca en dirección a la ruta. Su vehículo terminó a unos 40 metros del punto de colisión, "estacionado" de manera increíble en la vereda, justo en un sector donde hay un taller mecánico y una casa de repuestos. La habilidad de la conductora evitó que el Gol destrozara una reja de soporte para bicicletas, así como las viviendas y comercios cercanos; el auto sufrió apenas un raspón.
Milagro en la mañana
La Policía de Tránsito se hizo presente en el lugar y, tras realizar los controles de alcoholemia a ambos conductores, los resultados fueron negativos, confirmando que el siniestro se debió únicamente a la dinámica del impacto y no a la ingesta de alcohol. "Me había despertado y manejado para llevar a mi pareja al trabajo", comentó la conductora del Gol, aún en shock.
Un comerciante de la zona, que se acercó para ofrecerle un café a la mujer, se mostró asombrado por el desenlace. "Es inexplicable cómo pudo estacionar sin dañar el inmueble", expresó a LU5. Relató que acudió con susto a su propiedad tras ser alertado por una vecina sobre el accidente. "Entre la pared y el soporte de la reja, no chocó la pared, no chocó el portón, nada del inmueble, no hay puerta rota, ni reja, solo rompió el auto", detalló sobre la sorprendente ubicación del Gol.
Los conductores permanecieron en el lugar por varias horas, a la espera de la grúa que retirara los vehículos, mientras el tránsito en la zona estuvo restringido y los restos y líquidos de los autos cubrían el pavimento. Lo que aún no está claro es cuál de los dos vehículos no respetó el semáforo, un detalle clave para determinar responsabilidades en este insólito accidente.