China reportó un brote de metapneumovirus humano (HMPV) con un aumento significativo de casos desde el 6 de diciembre pasado que afecta, principalmente a niños y adolescentes.
El HMPV, mostró un incremento preocupante en su incidencia global, especialmente en países como Estados Unidos y China. Entre los síntomas más comunes destacan la fiebre, la tos, el dolor de garganta, la congestión nasal y la dificultad para respirar, según informaron autoridades sanitarias.
Las autoridades chinas reforzaron campañas de higiene, instalando al uso de mascarillas y al distanciamiento social, especialmente en espacios cerrados. El brote coincide con el retorno a la normalidad tras la pandemia de covid-19, lo que podría haber incrementado la exposición al virus en la población.
Los investigadores advierten que el HMPV podría continuar circulando de manera más agresiva, especialmente entre los grupos más vulnerables, como niños y adultos mayores. El Ministerio de Salud de China intensificó la vigilancia epidemiológica y recomienda a la población acudir rápidamente a los centros médicos en caso de presentar síntomas.
Este brote pone nuevamente en evidencia la necesidad de fortalecer la investigación en enfermedades respiratorias y acelerar el desarrollo de trata. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca el avance de este virus, que, aunque no es nuevo, representa un desafío persistente para los sistemas de salud.
El Metapneumovirus humano se transmite mediante el contacto directo con una persona infectada, ya sea a través de tos, estornudos, besos o al estrechar la mano. También puede contagiarse al tocar superficies contaminadas, como teléfonos o teclados, y llevar las manos a la cara sin una higiene adecuada.
El Metapneumovirus humano es un virus respiratorio que forma parte de la familia Paramyxoviridae. Este microorganismo es una causa común de infecciones en el tracto respiratorio, tanto superior como inferior, en personas de todas las edades. Fue identificado por primera vez en 2001, aunque estudios retrospectivos sugieren que ha estado afectando a los humanos durante décadas.